Con la Ascensión del Señor se cierra el ciclo redentor que empezó con la Encarnación del Verbo, Jesús asciende al cielo habiendo redimido la naturaleza humana del pecado y la muerte, con lo que esta queda elevada, en Él, a una nueva condición.
"Hoy la Iglesia Católica celebra la Ascensión del Señor, sabemos el término ascender es subir, mejorar, adquirir puestos, ser mejor", mencionó el obispo José Guadalupe Torres Campos.
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"Jesús asciende al padre para ser colocado a la diestra, para nosotros es la glorificación, también significa que estamos llamados a caminar con Cristo", explicó el obispo.
Que Jesús ascienda al cielo no quiere decir que abandona a aquellos que lo han seguido, todo lo contrario, Jesús vuelve al Padre, pero ha de enviar al Espíritu Santo, el Paráclito, para que interceda por los hombres, para que reconozcan a Jesús como salvador.
"Él se va, pero se queda con nosotros, su palabra, en la eucaristía nos manda su espíritu y vamos ascendiendo con él, de tal manera que la esperanza nuestras es un día estar allá con él en el cielo", agregó Torres Campos.
Por otra parte, "antes de ascender, Jesús reúne a sus discípulos, les da un mandato, instrucciones para que no se vayan, no se dispersen, permanezcan unidos, que mi padre les va a enviar al Espíritu Santo" añadió el sacerdote.
El evangelio dice: se apareció Jesús a los once y les dijo: “vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio a toda criatura. El que crea y se bautice, se salvará; el que se resista a creer, será condenado".
"Estos son los milagros que acompañarán a los que hayan creído: arrojarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos, y si beben un veneno mortal, no les hará daño; impondrán las manos a los enfermos y estos quedarán sanos”, mencionan las escrituras.
Finalmente, se menciona en los textos que el Señor Jesús, después de hablarles, subió al cielo y está sentado a la derecha de Dios; ellos -los apóstoles- fueron y proclamaron el Evangelio por todas partes, y el Señor actuaba con ellos y confirmaba su predicación con los milagros que hacían.