El próximo sábado, la región de Casas Grandes será testigo de un evento significativo para la preservación y divulgación de la riqueza biológica y cultural del Desierto Chihuahuense. Se llevará a cabo la ceremonia de colocación del primer adobe del Jardín Etnobiológico de Chihuahua, junto con la firma de convenios de donación de terrenos, que oficializará la entrega de 66 hectáreas para el desarrollo de este ambicioso proyecto.
El Jardín Etnobiológico, una iniciativa sin fines de lucro organizada por la Red Multidisciplinaria de Estudios del Desierto (REDDES), tiene como objetivo integrar, preservar e investigar la biodiversidad de esta región arqueológica y ecológica de gran relevancia para el noroeste de México.
Con el respaldo del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt), el proyecto se desarrollará en un polígono estratégico cercano a la zona arqueológica de Paquimé y al cerro de Moctezuma, en un área de transición entre la Sierra Madre Occidental y la Gran Planicie de Janos.
El evento no solo marcará el inicio físico del jardín, sino que también formalizará el compromiso de diversas instituciones y actores involucrados en su creación.
➡️ Únete al canal de WhatsApp de El Heraldo de Juárez
Durante la ceremonia, se presentarán los primeros resultados preliminares del trabajo que REDDES ha realizado desde el inicio del proyecto, lo que subraya la importancia de la investigación multidisciplinaria en la región.
El doctor Adán Cano Aguilar, fundador de REDDES y miembro de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ), y la doctora Gracia Chávez, colaboradora clave del proyecto, destacaron la relevancia de esta iniciativa tanto para la academia como para las comunidades locales.
Cano Aguilar mencionó que el jardín se convertirá en un espacio de desarrollo cultural, social y educativo, brindando oportunidades para que las comunidades locales se conecten con su entorno y su herencia cultural.
Con esta ceremonia, Casas Grandes no solo da un paso adelante en la conservación de su patrimonio natural y cultural, sino que también se posiciona como un punto de encuentro para el conocimiento etnobiológico, enriqueciendo así la identidad y el futuro de la región.
