Pasarán los años y difícilmente Juárez podrá deshacerse de la imagen de ser una ciudad feminicida, la cual se ganó en las últimas décadas con diferentes hechos lamentables, pero en especial por el recordado Campo Algodonero.
Y es que han pasado ya más de 20 años desde que salió a la luz este lamentable hecho, en el que varias mujeres fueron brutalmente asesinadas y sus cuerpos enterrados, sin que haya hasta el momento resolución que de justicia tanto para las víctimas, como a sus familiares.
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Quedó el Campo Algodonero marcado con sangre de por vida
Para adentrarnos a este atroz caso de feminicidios, tendríamos que remontarnos hasta el 2001. cuando se confirmó el hallazgo de las osamentas de mujeres en el Campo Algodonero.
Fue el 6 y 7 de noviembre de dicho año. cuando autoridades localizaron los restos de al menos 8 mujeres enterradas en esta zona.
La búsqueda de los cuerpos, inicio tras el hallazgo en primera instancia de 3 primeras víctimas, quienes contaban con reporte de desaparición de apenas unas cuantas semanas.
Mientras tanto, el resto de los cuerpos fueron localizados en las siguientes horas, teniendo todos señales de extrema violencia y tortura.
¿Quienes fueron las víctimas del Campo Algodonero?
Además de la saña con la que fueron asesinadas las mujeres, algo que destacó en el caso fue la edad de las víctimas, pues era todas muy jóvenes, incluso algunas menores de edad.
Siete de las víctimas fueron identificadas oficialmente, mientras que la octava nunca pudo ser reconocida. De estas mujeres, ninguna mayor a 20 años de edad
Las siete mujeres fueron identificadas de la siguiente manera:
- Claudia Ibeth González de 20 años
- Laura Berenice Ramos Monarrez de 17 años
- Esmeralda Herrera Monrreal de 15 años
- María de los Ángeles Acosta Ramírez de 19 años
- Mayra Juliana Reyes Solís de 17 años
- Merlín Elizabeth Rodríguez Sáenz de 17 años
- María Rocina Galicia - Edad no revelada
- Mujer no identificada
La relevancia del Campo Algodonero en la lucha contra los feminicidios
El caso del Campo Algodonero, es considerado un antes y un después en la lucha contra los feminicidios, pues las repercusiones que este provocó, involucraron hasta y obligaron al Estado Mexicano a reconocer su culpabilidad, ofreciendo además una disculpa pública .
Imelda Marrufo, quien hace unos años fue la directora de Red Mesa de Mujeres, contó en días atrás dentro del conversatorio ¿Qué pasó en Campo Algodonero?”, organizado por la dirección municipal de Derechos Humanos, que este caso fue tomado en aquel entonces con mucha negligencia y culpando a las víctimas de lo que les pasó.
“Fue una reacción que ahora vemos muy negligente. Quiero recordar que desde antes del 2000, se empieza a culpabilizar a las niñas y mujeres de que las violenten hasta que las asesinen, y eso me parece que permaneció varios años, al final de cuentas el tema era que tu vestimenta era la que provocaba el hecho de que te agredieran, te violaran y te asesinaran. Hubo varios funcionarios públicos que así lo decían, incluso se atrevieron a declararlo; emperezaron a descalificar a las víctimas en lugar de reconocer este contexto”, comentó Marrufo.
Fue desde el hallazgo de los cuerpos hasta el 2004 que el caso estuvo latente en Ciudad Juárez, ya que incluso se tomó sentencia en 3 de los casos por la Corte Internacional de Derechos Humanos.
"En el 2003, la relatora Martha Conaguirre de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos publica y presenta el informe de la Comisión de la relatoría de las mujeres y bueno también decir que en el 2004 el equipo Argentino de antropología forense inicia los trabajos para identificar los cuerpos de Campo Algodonero", refirió la extitular de Red Mesa de Mujeres en la plática trasmitida por redes sociales.
Explicó que fue en el 2005 cuando la Comisión Interamericana de Derechos Humanos declara admisible las peticiones individuales de Claudia Ibeth, Esmeralda, Laura Berenice.
“De este 2005 a varios años después, en el 2009, es que se emite la sentencia conocida como Campo Algodondero, pero se titula como González y Otras”, aseguró.
La sentencia de la Corte se denomina “Caso González y otras” contra México, en ese caso se toma el apellido de Claudia Ibeth González, una mujer trabajadora de la industria maquiladora que al momento de su desaparición tenía 20 años de edad.
De acuerdo con lo que se explicó en la conferencia, Claudia desapareció el 10 de octubre del 2001, casi un mes antes de su hallazgo. El día de su desaparición no pudo ingresar a la maquiladora a laborar debido a que llegó tarde.
En la sentencia de la Corte son 2 víctimas más las que se llevan a proceso además de Claudia. Laura Berenice Ramos Monarrez, una estudiante de preparatoria de 17 años de edad cuyo último contacto fue el 27 de Septiembre del 2001 a través de una llamada a sus amigos ese día. Fue hasta el 25 de Septiembre cuando se presenta la denuncia, es decir tres días después de su desaparición.
La tercera de las víctimas que se lleva en este proceso es Esmeralda Herrera Monrreal, que desapareció a sus 15 años de edad, el 29 de octubre del 2001 al salir de una casa donde trabajaba en labores domésticas.
Fueron los tres casos de estas mujeres los que se tomaron en cuenta por la Corte Interamericana.
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¿Hubo detenidos por el caso las muertas del Campo Algodonero?
Aún con la sentencia de la Corte Internacional de Derechos Humanos, la realidad es de que la justicia no ha llegado a las víctimas y familias de este caso, sin que hasta el momento haya algún detenido en prisión.
No obstante, en su momento sí hubo detenidos, pero por distintas circunstancias fueron liberados, e, incluso, uno de estos presuntos responsables murió en prisión.
El hoy fallecido, fue identificado como Gustavo G.M., quien fue detenido en el año 2001 y falleció años después. Las causas nunca fueron esclarecidas, aunque trascendió que fue debido a la tortura que sufrió en prisión.
Mientras que otros dos hombres fueron detenidos igual en el año 2001, pero liberado 4 años después, mientras que un tercer presunto implicado, fue igualmente detenido en el 2011 y dejado en libertad en el 2018. Ambos pudieron salir de prisión por faltas de pruebas
