A pesar de las bajas temperaturas y los riesgos que implican cruzar el Río Bravo, decenas de personas en situación de movilidad, algunos con niños en los hombros, llegaron a territorio estadounidense para entregarse a las autoridades.
Por la mañana se observó un grupo de aproximadamente cincuenta personas ya del lado norteamericano y algunas personas más cruzando entre la barrera de alambre de navaja.
Personas en situación de movilidad se dirigieron rumbo al marcador 36 del muro fronterizo, donde se ha registrado mayor actividad en los últimos días.
Algunos migrantes que radican en esta frontera se encuentran en el proceso de espera para su cita con las autoridades estadounidenses.
También hay personas en situación de movilidad que se han sumado a la fuerza laboral o con ventas de comida se hacen de algunos recursos económicos.
La semana pasada el representante de la gobernadora, Oscar Ibáñez, informó que había espacio en los albergues para los migrantes.
El albergue provisional que instaló el Municipio en conjunto con el Instituto Nacional de Migración a un costado del Biblioavión, durante la semana se vio con muy poca gente a diferencia de días anteriores.
A primeras horas del pasado jueves llegó un tren donde venían nuevamente cientos de migrantes, después de varios días sin tanto flujo migratorio.