"Hemos empezado el mes de noviembre fiesta de todos los Santos, los fieles difuntos, un señor se le acerca a Jesús le pregunta cuál es el mandamiento más importante Jesús con toda la sencillez y claridad, les dice el mandamiento, el primero es alabamos a Dios con todo el corazón", inició su mensaje a la comunidad católica el obispo de la ciudad, José Guadalupe Torres Campos.
Todos los fieles reunidos al interior de la Catedral de Nuestra Señora de Guadalupe escuchaban atentos el resto del mensaje donde se explicó hacer hasta o imposible por evitar las injusticias.
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Muy amados hermanos todos en el Señor, domingo 31 del tiempo ordinario, inicia este mes con dos fiestas muy importantes, nos acercamos al fin del año litúrgico y es conveniente examinarnos, ponernos en un estado de evaluación personal y familiar, externó a los presentes.“
La pregunta a evaluar mi vida y la de los demás es el amor, ¿si hemos amado?, ¿si vivimos el mandamiento del amor o no?, ¿cómo lo vivimos?, la realidad fría que vemos en general es que nos falta vivir el amor de Dios, al prójimo, dijo.
"El segundo mandamiento trata de, ama a tu prójimo como te amo yo, hoy existen muchas guerras, hay muchos odios, hay muchas divisiones, hay mucha inseguridad, muertes aquí y allá injusticias", relató Torres Campos.
Lectura del Libro del Deuteronomio, Dt 6, 2-6, dice en aquellos días, habló Moisés al pueblo y le dijo: “Teme al Señor, tu Dios, y guarda todos sus preceptos y mandatos que yo te transmito hoy, a ti, a tus hijos y a los hijos de tus hijos.
Cúmplelos siempre y así prolongarás tu vida. Escucha, pues, Israel: guárdalos y ponlos en práctica, para que seas feliz y te multipliques. Así serás feliz, como ha dicho el Señor, el Dios de tus padres, y te multiplicarás en una tierra que mana leche y miel.
“Nos falta vivir el amor de Dios por todo lo que vemos, a veces un pensamiento, una actitud, un juicio injusto, un mal deseo o la indiferencia misma, impacta en nosotros”.
“Traigo tantos ruidos y ajetreo en mi mente y corazón, no ahí paz, serenidad, y no escucho, y él a que no escucha, no conoce a Dios, y menos cumple el mandamiento”, resaltó el obispo antes de concluir la misa.