Son 150 familias en situación de movilidad, las que se han integrado a la actividad productiva y han tomado la decisión de quedarse en Ciudad Juárez para buscar una vida digna y de calidad, objetivo por el cual emigraron de su país de origen.
Cristina Coronado, coordinadora de la Pastoral de Movilidad Humana de la diócesis de Ciudad Juárez y quien atiende el comedor de Catedral, informó que tiene el dato de que 150 familias migrantes, ya empezaron una nueva vida en esta frontera, además de tener un empleo formal.
Desde octubre del 2022, empezó a operar el comedor de Catedral y a brindar apoyo a miles de migrantes, diariamente se atienden a 600 personas a quienes se les brinda desayuno y asesoría legal.
Las nacionalidades que han detectado en el centro de la ciudad son venezolanos, ecuatorianos, africanos, dominicanos y mexicanos.
"Somos una tierra de acogida; sabemos que mucha gente que viene con nosotros a comer, pudieran integrarse, muchos nos preguntan por trabajo, vienen con su solicitud de empleo llena, todos los días buscando", platicó Cristina.
Además dijo que todos los migrantes al llegar a esta frontera traen en su mente llegar a Estados Unidos y trabajar allá, pero muchos, incluso, sin darse cuenta, han decidido quedarse aquí.
"Del 18 para acá, hemos acompañado a una 150 familias que ya se quedaron aquí, han salido proyectos para ellos, desde ellos mismos que les han dado oportunidad de quedarse con una vida más digna", contó Coronado.
Sin embargo, el que se coloque a migrantes en un empleo formal, es complejo, por la solicitud del permiso Forma Múltiple Migratoria, la apertura de una cuenta bancaria, los tiempos de espera de los trámites y la movilidad del transporte público para llegar a una empresa maquiladora, les dificulta poder establecerse.
"Juárez es una ciudad grande que nos acogió a todos, la mayoría somos sangre migrante, algunos migrantes están listos para trabajar, muchos no, y si tenemos muy claro la división de nuestro trabajo con el gobierno, podemos hacer equipo", concluyó Cristina.