Veinte años en tres minutos, es como la señora Guadalupe Hidrogo, define el abrazo que le dio a su hijo, quien lloró al abrazarla y ver que venía cargando las cenizas de su padre entre los brazos, después de 20 años de no poder verla.
Desde hace un par de meses, la familia de Juan Carlos, incluido su padre, se registraron para poder volver a verse en persona, dentro del emotivo evento Abrazos No Muros, llegaron desde Torreón.
Sin embargo, el padre de Juan Carlos, murió hace un mes a causa de Epoc y no logró reunirse con su querido hijo, a quien deseaba ver, sin embargo, se le permitió a la señora Guadalupe y su hija Claudia acudir al abrazo con la urna, la cual llevaba su pulsera de registro como si estuviera en vida.
“Fue una sorpresa para mi hijo que le trajera las cenizas de su padre, porque ya no lo alcanzó a ver en vida, pero de perdida vino a darle la vuelta en su urna”, mencionó la señora Hidrogo, sin poder contener el llanto de alegría por ver a su hijo y a la vez impotencia de tener que dejarlo nuevamente.
Aunque sólo fueron 180 segundos en los que pudo abrazar y sentir el calor de su hijo, la señora lo agradeció infinitamente, pues en 20 años no tenía ese contacto de amor con su primogénito.
“Son muchos sentimientos encontrados, a parte son muy poquitos minutos que le dan a uno, imagínese son 20 años que no veía a mi hijo y sólo lo tuve tres minutos, se me hace bien feo dejarlo y que se vaya de vuelta, así como si nada”, expresó Guadalupe, mientras trataba de frenar su llanto.
Al cuestionarle si valió la pena la separación de 20 años sin ver a su hijo, la señora dijo que sí, si se trata de tener una vida mejor para él y su familia es válido.
“No es agradable separarnos, pero si es para un mejor futuro de ellos, sí es mejor, me duele mucho separarme, pero sí, está mejor allá”, dijo envuelta en un desaliento.
Aludió a que cualquier persona que es trabajadora, aun estando en Estados Unidos de manera ilegal, tiene trabajo y hay más posibilidades que salga adelante que estando en México.
“Ellos ya metieron papeles, pero con la entrada del expresidente Trump, se detuvo su proceso migratorio y no pudo arreglar, parece que, con este presidente nuevo, ya van a poder arreglar sus papeles”, finalizó su historia la señora madre del mexicano que reside en El Paso, Texas, y quien viajó desde Torreón con las cenizas de su esposo y acompañada de Claudia, hermana de Juan Carlos.