Ciudad Juárez, Chihuahua.- Llegar a ser un ejemplo para su comunidad y regresar un poco de lo que es ser mixteco le ha dejado, es el mayor anhelo de Omar Salvador, quien se encuentra a punto de concluir su licenciatura en Psicología.
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Ser indígena nunca me ha afectado al contrario me da orgullo, en mi comunidad somos muy pocos y quisiera devolverles algo a ellos, enseñarles y animarlos, por lo mismo de la discriminación expresó el estudiante de 23 años.
Decidir que quería salir a delante, le costó revelarse ante su padre y ante la comunidad que aún discrimina esta cultura.
Seguir con el negocio de artesanía, era lo que el padre de Omar pedía para él, sin embargo, había algo más que él quería cumplir y eso, era llegar a ser un profesional, lo que muy pocos en su comunidad habían logrado.
Mi papá ahora me apoya, pero al inicio lo que me decía era que me pusiera a trabajar que para que iba a estudiar, después comprendió que es algo necesario, principalmente por las críticas, porque todos piensan que no podemos hacer otra cosa más que vender artesanías platicó.
Fue a la edad de cinco años que Omar llegó a Ciudad Juárez y desde ese día imaginó que su vida tomaría un rumbo distinto, puesto que, posiblemente tendría que enfrentarse a una multitud de retos que le esperaban lejos de su comunidad.
El haber llegado pequeño, le permitió comenzar sus estudios desde el inicio, algo que también fue fundamental para su adaptación.
Explicó que la mayoría de los indígenas no tienen la oportunidad de estudiar, y aseguró que todo depende de la estructura familiar, “lo más importantes son los papás, si te apoyan o no te apoyan”.
Ser el mayor de cinco hijos, ha representado una gran responsabilidad, sin embargo, ha hecho un buen trabajo, tres de ellos actualmente también estudian una licenciatura y el menor esta en preparatoria.
Dijo que actualmente cuentan con un apoyo que les brinda la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ), mismo que han aprovechado por la razón de que no todos la tienen esa oportunidad para salir adelante.
En entrevista con el Heraldo de Juárez, dijo que en algún futuro le gustaría tener un negocio de artesanías, pues las palabras de un viejo amigo habían influido en su forma de ver las cosas, “si un día yo dejo de hacer eso va a dejar de existir, si no lo hago yo, ¿Quién lo va a hacer?”.
El gusto por la artesanía, lo lleva en la sangre como herencia de sus padres, aunque no lo practique seguido, en ocasiones ayuda a su padre para que no se pierda esta tradición familiar.
Su mayor anhelo es hacer una maestría y si se puede un doctorado en Educación con el fin de que su comunidad no vuelva a ser juzgada, ni señalada, y poder brindarles ayuda para que así como él, ellos puedan salir adelante sin sentirse menos por lo que diga la gente.
Señaló que pese a lo abierto que es el mundo, aún existe mucha discriminación hacia los indígenas, por ello, algunas comunidades se han limitado en la ciudad, “a muchos sí les afecta lo que la gente dice, a otros no tanto, yo conocí a mucha gente que nunca quiso estudiar por eso, al igual que ellos también creían que eran diferentes y nunca pudieron adaptarse a la gente”, agregó.
Por último, compartió que dentro de su carrera tuvo la oportunidad de trabajar en un colectivo junto con otros compañeros indígenas, donde se desempeñaron en la edición de un libro de versos y poemas mixtecos, a fin de que la comunidad viera que ellos también podían realizar estos trabajos y que a su vez conocieran más de ellos.
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