Representaciones de figuras geométricas, formas humanas, así como de flora y fauna; son parte de los vestigios arqueológicos que quedan en la región suroeste de Jiménez, los cuales fueron realizados por tribus que tuvieron una mayor presencia en el vecino estado de Coahuila.
Debido a los vestigios de la industria lítica y el transporte del mineral de almagré para la realización de pigmento rojo, que dejaron en la región suroeste de Jiménez, es posible determinar la alta probabilidad de que dichos vestigios arqueológicos, pertenecieran a una tribu originaria de Coahuila que migró en dirección norte, atravesando parte del municipio de Jiménez.
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De izquierda a derecha, el segundo ejemplar de la fotografía, una piedra de color rojo, corresponde a mineral oxidado de hierro, el cual es conocido como almagre, un mineral esencial y de alto valor para las tribus de nómadas cazadores recolectores que habitaron la región del Bolsón de Mapimí, mineral al que se le asignó un alto valor, ya que era usado para elaborar pinturas rupestres, teñido de fibras de plantas del desierto, teñido de cueros y la elaboración de pintura corporal para la realización de ceremonias o en tiempos de guerra.
El almagré localizado en la región suroeste de Jiménez, hasta el momento es del único que se tiene registro, por lo que pudo haber sido transportado desde otras regiones ajenas al municipio.
Los restos arqueológicos corresponden a la tribu conocida como los irritilas
Recargado sobre el almagre, se localiza un artefacto de la industria lítica, en forma de circulo y de color blanco, al cual se le conoce como malacate, que en las tribus que transitaron por los estados del norte, especialmente con las de mayor presencia en el estado de Coahuila, a las cuales se les llama irritilas, se utilizaban como adornos en colguijes alrededor de la cabeza o el cuello.
A los costados del almagre y el malacate, se encuentran un núcleo, el cual muy probablemente se utilizó para cincelar las dos preformas que se localizan a los extremos, de las cuales el objetivo, era la obtención de puntas de flecha que las tribus de nómadas cazadores recolectores habrían de utilizar en la cacería y defensa de los suyos.
El material lítico de la imagen, corresponde al área de los petrograbados de la región suroeste del municipio de Jiménez, sitio arqueológico que alberga más de veinte petrograbados, de diversas representaciones.
El sitio de los petrograbados del municipio de Jiménez, corresponde al avistamiento del cosmos, fenómenos astronómicos y metrológicos; así como a la representación de la flor y fauna del sitio, la cual, según los dibujos realizados en la piedra, fue una importante reserva de venados y tortugas del desierto, comúnmente conocidas como bolsoneras.
Por el material lítico localizado por lo general a un costado de los petrograbados, y la forma de los dibujos que se encuentran plasmados en la roca, de una gran similitud o más bien idénticos a los petrograbados de Parras de la Fuente, Coahuila; es que se determina, la alta probabilidad de que los vestigios correspondan a las tribus conocidas en Coahuila, como los irritilas, que en su migración con rumbo al norte, transitaron por la región suroeste de Jiménez.