Instalan cruz donde fue localizado el cuerpo de jovencita desaparecida

Esperanza era una chica llena de ilusiones y sueños

Venessa Rivas Medina

  · lunes 28 de enero de 2019

Familiares y organizaciones, instalaron una cruz donde fue localizado el cuerpo de jovencitas

Chihuahua, Chih.- Esperanza era una chica llena de ilusiones y sueños. Su vida fue cortada de tajo, manos asesinas la privaron de su libertad y a sangre fría la asesinaron. Su cuerpo fue localizado en la Sierra de Nombre de Dios, donde ayer colocaron una cruz de color blanca para recordar el quinto aniversario del feminicidio.

Esperanza Manuela Chaparro Sáenz, de tan solo 19 años de edad, desapareció el 26 de enero de 2014 de la zona centro de la ciudad, por las calles Independencia y Victoria, su cuerpo fue localizado el domingo 2 de marzo en un camino de terracería.

Ayer domingo, familiares, amigos e integrantes de la organización Justicia para Nuestras Hijas se reunieron en esa agreste terracería de difícil acceso, a la cual accedieron por la avenida de la Industrias, pasando el Libramiento Oriente y al pie del cerro de la Sierra de Nombre de Dios, caminaron hasta llegar a la zona donde el frágil cuerpo de Esperanza fue localizado con huellas de violencia.

Esperanza tenía cuatro semanas y 5 días en calidad de desaparecida, el cuerpo fue abandonado en esa zona y un hombre localizó el cadáver en avanzado estado de descomposición. En esa zona, ayer colocaron una cruz de color blanco, el nombre de Esperanza en letras color negro. Primero limpiaron la zona de gatuños y terminaron colocando unas flores de color rosa.

Inevitable no recordar que hace 5 años María Trinidad Sáenz, madre de Esperanza, reclamaba justicia, ella vio salir aquel domingo a su hija completa por la puerta de su vivienda, le dio la bendición, la joven iba a su trabajo en una mercería, con ese trabajo costeaba sus gastos y su carrera universitaria, cursaba el cuarto semestre de una de las carreras en la Facultad de Ciencias Agrotecnológicas, pues uno de sus sueños era terminar la universidad.

A Esperanza le cortaron sus sueños, sus alas, entraron a la casa de la familia Chaparro Sáenz para llevarse lo que más amaban, a su hija, una joven aguerrida y luchona.

El estado de Chihuahua desde 1993 ha estado marcado por los feminicidios, que se enmarcan en la criminalidad e impunidad que existe, a la fecha el caso de Esperanza sigue detenido y su familia continúa clamando justicia.

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