Chihuahua.- Un grupo de artesanas y costureras de los pueblos ralámuli y otomí encontraron un sustento para sus familias, comercializando cubrebocas artesanales en los últimos meses durante la pandemia.
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las que las mujeres idigenas chihuahuenses, integraron el colectivo (flor Döni-Sewa, en ambos idiomas), lograron comercializar los cubrebocas, gracias al apoyo de la Comisión Estatal para Pueblos Indígenas (Coepi), que les otorgaron las herramientas para fabricarlos.
Hasta el momento han elaborado más de 2 mil piezas con doble cubierta de tela y filtro protector.
Las piezas se han comercializado entre funcionariado que labora en las dependencias del gobierno estatal, así como público y gente que acude a las instalaciones Coepi, donde el grupo tiene un punto de venta fijo.
La Coepi ha respaldado el proyecto con la organización, logística e insumos necesarios, mientras que la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) ha apoyado económicamente durante dos meses a las artesanas involucradas para que sean ellas quienes, eventualmente, decidan si lo continúan.
El objetivo es que el grupo cree una red de trabajo comunitario, de la que sean beneficiadas con la producción y comercialización de los cubrebocas sin intermediarios y trabajando desde sus hogares, con un sueldo digno y con las medidas higiénicas pertinentes ante la contingencia sanitaria.
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