Chihuahua, Chih.- Christopher es un migrante proveniente de Managua, expulsado por la violencia y el régimen político. Ha cruzado todo el país en busca de una mejor calidad de vida, pero sólo ha encontrado más dolor y falta de oportunidades. Christopher, como muchos otros migrantes, duerme debajo del puente de la avenida Carlos Pacheco, al sur de la ciudad.
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En esa zona, los migrantes siguen reuniéndose, es una manera de permanecer juntos y cuidarse entre sí. Poder descansar y dormir un rato para esperar las locomotoras con número 4, ese tren los llevará hacia el Pacífico.
El pito del tren suena, anuncia su paso por las vías, Christopher y Fernando dormitan a un costado esperando el tren, sólo se reincorporan para ver el número de la locomotora, se trata de la 2010, no es la que esperan y vuelven a acostarse.
A un costado descansan otros dos migrantes, éstos son locales, provienen de la Sierra de Chihuahua, por seguridad, afirman, omiten sus nombres, han huido de la violencia que azota la zona serrada asediada por bandas delincuenciales.
Uno de ellos relata que la semana pasada hombres armados, identificados como La Línea, llegaron al poblado y por las calles empezaron a gritar que se cuidaran porque iban a matarlos a todos. Muchos huyeron, entre ellos este joven quien busca llegar a los Estados Unidos.
Christopher y sus 3 compañeros, por el momento, ya que otros han salido a buscar una “chambita” para seguir en el camino, recibieron alimentos por parte de un grupo religioso. Al otro extremo de las vías aún humeante se encuentra una fogata, ahí es donde se reúnen para recibir un poco de calor, pues las noches y madrugadas en Chihuahua son heladas, sobre todo con los frentes fríos que se han registrado.
Christopher relató que hace meses salió de Managua, Nicaragua, donde la situación y la represión del gobierno son extremas. Aunque llegó hasta la fronteriza Ciudad Juárez, no pudo cruzar a Estados Unidos, la vigilancia por las autoridades norteamericanas es excesiva. La violencia que ejercen es aún peor.
El hombre sufrió un accidente al tratar de subir al tren, se fracturó la mano. Fue atendido en un nosocomio de Ciudad Juárez, donde incluso le colocaron unos clavos ante la severidad de las fracturas. Tras reponerse un poco y no conseguir dinero para la compra de medicamentos, decidió regresar a Chihuahua, tomó el tren. Ahora está en espera del tren que lo llevará al Pacífico, ya que busca llegar a Sinaloa.
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