Ciudad Juárez, Chihuahua.- La mañana del viernes, familiares, compañeros y amigos del agente Luis Daniel Romero Mejía, le dieron el último adiós desde las instalaciones de la Estación Sur, ubicadas en el boulevard Zaragoza y Valle del Cedro.
El féretro en color claro con acabados metálicos, llegó escoltado en la unidad 733 de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, acompañado por seis agentes del Grupo de Operaciones Especiales, quienes lo cargaron hasta la explanada policíaca.
Luis Daniel tenía cuatro años y cuatro meses en las filas de la corporación, donde ingresó aquel 18 de diciembre del 2014, tenía tres hijos que ahora estarán al cuidado de su esposa, la señora Guadalupe Frayre González.
Durante la ceremonia, se dio lectura al reporte recibido la noche del 29 de abril, cuando a las 23:22 horas se atendió un llamado de emergencia en las calles Bocoyna y Rosales, lugar donde se localizó una pareja lesionada de bala.
Al llegar los agentes de las unidades 330 y 916, encontraron a un hombre sin vida y a una mujer con lesiones de bala en la espalda, siendo ella la que les comunicó que el ejecutado era su esposo, un elemento activo de la SSPM, según el parte informativo.
Pese a la intervención inmediata de los cuerpos de rescate, nada se pudo hacer y se confirmó el descenso del agente Romero Mejía, sin embargo, se logró la captura de dos supuestos responsables.
En la guardia de honor estuvieron presentes el Alcalde, Armando Cabada, el Secretario de Seguridad Pública, Ricardo Realyvázquez, el Director de Tránsito, Sergio Almaraz y el Director de Protección Civil, Efrén Matamoros.
Además, efectivos del Ejército Mexicano también acompañaron al preventivo en su último adiós, mientras que el destacamento de fusileros hicieron sonar tres rondas de disparos al aire, en nuestra de luto y dolor.
Por su parte, el Presidente Municipal lamentó este cobarde homicidio y se comprometió con la familia del agente Luis Daniel a entregarles todas las prestaciones y beneficios que les corresponden por ley, para hacer más llevadera su partida.
Finalmente, el sonido de la trompeta y las sirenas hicieron eco en todo el edificio, en el que, una vez más, se despide a un elemento de la Policía Municipal asesinado a manos del crimen organizado.
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