Hay días en que no tienen qué comer

Son adultos mayores, Consuelo y Ángel, que tienen que salir diariamente a la calle para pedir la compasión de los juarenses

Brenda Herrera | El Heraldo de Juárez

  · viernes 24 de abril de 2020

Olga Casas | El Heraldo de Juárez

Sobre una pequeña y desgastada estufa de leña que se encuentra entre yerbas, la señora Consuelo Rodríguez, comienza a preparar una sopa para alimentar a su marido de 76 años, quien está al interior del pequeño cuarto donde viven, que en sus paredes refleja los estragos de un incendio.

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Sin luz ni agua, esta pareja de esposos logra sobrevivir cada día pese a las necesidades que tienen, días en los que a veces no les alcanza ni para comer.

La señora Consuelo platicó que desde hace diez años viven en estas condiciones precarias, no cuentan con familia, solo se tienen el uno al otro.

Contó que todos los días tienen que salir a pedir ayuda a la calle, debido a que ya no pueden trabajar, pues ella camina gracias a una prótesis, y además tiene que cuidar a su esposo con discapacidad visual.

Para poder llegar a la avenida López Mateos, donde piden ayuda, tienen que turnarse la silla de ruedas, misma que ya se encuentra en malas condiciones, esta es la única forma de llegar, puesto que en la ruta no los quieren subir, o bien, les piden que lo hagan sin la silla de ruedas.

Olga Casas | El Heraldo de Juárez

“Es muy triste, no tenemos a nadie que nos ayude, pero como podemos le echamos ganas los dos, es muy difícil porque el a veces se siente muy mal ya no puede tanto y pues yo también me canso, pero si no salimos no comemos”, expresó.

Hace unos días su esposo Ángel cayó al piso, luego de estar varias horas bajo el sol pidiendo ayuda, sin embargo, un hombre los auxilió y les ofreció llevarlos a su domicilio, el cual se encuentra en lacalle Santa Fe y Articulo 123 de la colonia Francisco I. Madero.

El colchón en el que duermen es detenido por unas bandejas, mientras que para hacer sus necesidades tienen que utilizar un bote, y cuando el sol les deja de dar luz, tienen que hacer uso de una lámpara, la cual a veces no funciona por falta de pilas.

Consuelo dijo que en ocasiones han comprado algo de despensa para poder pasar unos días, sin embargo, de inmediato entran al pequeño cuarto a robarles sus pertenencias, e incluso la leña que compran para hacer comida.

Para resguardarse, solo tienen una puerta de madera deteriorada, la cual no cierra del todo, pues hace poco también entraron a robarle las chapas y candados.

Olga Casas | El Heraldo de Juárez

Los dos adultos mayores sufren de hipertensión, por lo que también temen algún día enfermar y no tener a quién hablar, puesto que ninguno de sus vecinos los quiere.

Según indicó, todo el tiempo que han permanecido en ese domicilio los han agredido, al grado de abrirle la cabeza a su esposo.

“A veces que nos sentamos allá fuera porque en las tarde hace mucho calor aquí, y nos comenzaron a aventar piedras, cuando lo miré ya estaba sangrando”, señaló.

Ahora, lo único que piden es que la gente pueda ayudarlos, sobre todo ahora en la pandemia del Covid-19, ya que les ha resultado más difícil conseguir algo para comer.

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