Jorge Ortega, juarense que vive cerca de las compuertas, platicó con El Mexicano sobre su experiencia en la pesca con una malla, acción que realiza mientras no se encuentra trabajando en la obra o en lo que caiga, tal como lo mencionó.
Desde las siete de la mañana, toma su bicicleta y sale de su casa rumbo hacía las compuertas, acompañado de su malla para comenzar a pescar cangrejos y pequeños peces.
“Llego a mi casa y los frío con aceite o con agua hervida y ya me sale mi botana, cuando el río se seca, lleva más”, comentó el señor Ortega.
Desde hace un mes, llega todos los días en su bicicleta para juntar un bote lleno de pescados y cangrejos, para después irse a su casa y prepararlos como botana, incluso, en ocasiones, suele venderlos a la gente para sacar un dinero extra.
Lo que para él se ha ido convirtiendo en una forma de distraerse y pasar el tiempo mientras está libre de su trabajo, sin duda ha buscado dejar una nueva enseñanza a las nuevas generaciones, debido a que unos niños de vez en cuando lo acompañan para aprender dicha labor.
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