Una grave crisis de contaminación se vive en la zona turística de Barrancas del Cobre debido a que no existe una zona para la disposición de recursos sólidos. En medio de los pinos se acumula la basura que generan en los complejos hoteleros, sin que hasta el momento exista un plan de remediación.
Investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México afirman que en la zona turística de Barrancas del Cobre existe un pasivo ambiental importante, debido a que existe falta de agua, un mal manejo de los residuos sólidos, no hay en la zona una forma adecuada de manejar los recursos y los tiraderos son a cielo abierto, que están contaminando tanto los bosques como el agua.
Comunidades de la Sierra Tarahumara han denunciado la falta de planes y programas para el manejo de la basura, la principal denuncia se cierne en Barrancas del Cobre, un sitio que es promocionado a nivel mundial por ser un complejo de intrincadas barrancas que ofrece un paisaje maravilloso.
A la fecha ninguna de las autoridades, ni municipales, estatal o federales han atendido las denuncias que las comunidades de pueblos originarios han realizado, por lo que incluso han venido a plantarse frente a Palacio de Gobierno para ser atendidos.
El destino de los recursos públicos para la promoción turística de este destino, a nivel estatal, nacional e internacional es desproporcional a los recursos que se destinan para la remediación de afectaciones que el turismo genera al medio ambiente y a las comunidades indígenas.
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El doctor Luis Antonio Bojórquez Tapiay la doctora Daniela Pedroza Páez, especialistas del Laboratorio Nacional de Ciencias de la Sostenibilidad (LANCIS) se han dado a la tarea de medir los efectos socioambientales de los megaproyectos de turismo en la región de Barrancas del Cobre, que afectan a las comunidades de Mogotavo, Bacajípare y Huitosachi, donde han documentado cómo los desarrollos turísticos se expanden sin estrategia, lo que impacta fuertemente en las comunidades.
Existen tiraderos de basura a cielo abierto que dañan a los residentes y al propio destino turístico, lo que afecta la parte física y el modo de vida.
Aunado a ello, no hay tratamiento adecuado de aguas residuales, sobre todo en Areponapuchi.
Pocas son las personas que conocen los tiraderos al aire libre a consecuencia del turismo, ya que se han trazado atracciones en el Parque Barrancas del Cobre y sus alrededores sin respetar los derechos colectivos de los pueblos y comunidades indígenas.
A través de videos y fotografías, Consultoría Técnica Comunitaria que brinda acompañamiento jurídico a las comunidades, ha documentado el basurero público de San Rafael, en el municipio de Urique, que se trata de predios sin preparación, donde al aire libre se depositan los derechos de los hoteles y complejos turísticos.
Publicado originalmente en El Heraldo de Chihuahua