Gastan juarenses miles de pesos en seguridad

Quienes tienen los recursos invierten grandes cantidades en alarmas, rejas, cámaras de circuito cerrado y bardas

Héctor Tovar

  · viernes 8 de marzo de 2019

Ante la inseguridad que se vive en la ciudad, ciudadanos han reforzado la seguridad de sus viviendas con rejas, alambres de púas y hasta cámaras de seguridad para mantenerse a salvo / Foto: Salvador De la Cruz

Ciudad Juárez, Chihuahua.- Hasta casi 20 mil pesos, es lo que tiene que desembolsar un juarense para reforzar la seguridad en su vivienda por la ola de inseguridad que se vive en la ciudad, esto tan solo en la compra de cámaras de seguridad, instalación de bardas y colocación de rejas para protegerse de los continuos asaltos.

Por ejemplo, los precios para la instalación de un circuito cerrado que puede ser monitoreado a través de un celular o una Tablet, van desde los 2 mil 700 pesos, hasta los 5 mil 399 pesos, costo que varía acorde al número de cámaras que se desean, sumado a la instalación y mantenimiento, según la empresa AN Tecnología.

Por su parte, la empresa Herrería Baylón refiere que en cuanto a la instalación de rejas en puertas y ventanas, al dueño del inmueble le costaría entre 3 mil 500 y hasta 8 mil pesos el trabajo, tomando en cuenta el material y diseño que se solicite.

Para la instalación de alambres de púas, algunas publicaciones en grupos de venta de Facebook cotizaban de 2 mil 500 a 3 mil pesos por barda o área cercana a los 10 metros.

En cuanto a la elaboración de una barda, un albañil promedio cobra de 5 mil hasta 10 mil pesos por su edificación, cubriendo el mismo la compra de material y el uso de su herramienta.

Según un estudio realizado por FICOSEC y el Observatorio Ciudadano, en Ciudad Juárez, delitos como el homicidio, lesiones, robo a negocio, robo a transeúnte y robo de vehículo, tuvieron un incremento considerable en nuestra región.

En cuanto al tema de robos, en esta frontera se ha incrementado el número de casos en personas que aseguran haber sido víctimas de amantes de lo ajeno, sin embargo, el temor y la desidia en las denuncias ha mantenido estas cifras a la alza.

En cuanto al robo a casa habitación, en el 2017 se contabilizaron 97.36 casos por cada 100 mil habitantes, en el 2018 fueron 68.74 casos y en el 2019 se lleva una cuenta de 66.97 casos enumerados, cifra que según estos organismos va a la baja.

Sin embargo, el robo a negocios se incrementó del 2017 al 2018, con un aproximado de 70.31 y 93.22 casos por cada 100 mil habitantes respectivamente, mientras que en lo que va del presente año se suman 92.33 expedientes.

En el robo a transeúnte, 2018 y 2019 han mantenido una ligera constante en el número de casos, con 22.50 y 22.16 delitos por cada 100 mil habitantes, mientras que en el 2017 fueron aproximadamente 27.45.

El robo a vehículos fue uno de los delitos que se disparó en los últimos dos años, luego de que en el 2017 fueron 120.09 casos por cada 100 mil habitantes, en el 2018 fueron 217.22 casos y el 2019 van 221.17.

Sectorizada la ciudad, en el robo a casa habitación la mayor incidencia es en los Distritos de Centro, Sur, Valle, Universidad y parte del Poniente, mientras que en robo a negocios, estos delitos se mantienen en los corredores comerciales del Distrito Universidad y colonias del Distrito Sur.

Con relación al robo a transeúnte y robo de vehículo, los sectores más conflictivos de acuerdo a este estudio son el Distrito Poniente, el Distrito Universidad y Sur, sectores en los que se han reforzado los patrullajes por las tres autoridades de gobierno.

En una gráfica representativa, se muestran los temas que más preocupan a la ciudadanía juarense, colocándose en primer lugar la inseguridad, con un 45.5%, seguido del aumento de precios, con 9.7% y la pobreza, con 7.3%.

Según la ciudadanía, el 72.9% se sienten seguros en su casa, mientras que el 26.7% no; el 40.5% se sienten seguros en su trabajo, el 17.5% no y en un centro comercial, el 35% se sienten seguros y el 63.5% no.

Desafortunadamente, el 76% de las personas veían más probable ser víctimas de un asalto, 57.7% temían sufrir lesiones o agresión física y 50.7% creían que podían ser blanco de alguna extorsión a manos de criminales.

Antes esto, los colonos optan por adoptar algunas otras medidas de seguridad como la colocación de bardas, instalación de cámaras de seguridad, instalar rejas en puestas y ventanas, así como pagar por algún servicio de seguridad.