Ciudad Juárez Chihuahua.- Con una cruz de ceniza en la frente, cientos de feligreses dieron inicio al tiempo de conversión y arrepentimiento, donde pidieron perdón por sus pecados.
Fueron alrededor de 300 personas las que se congregaron el día de ayer en la Catedral para estar presentes en la primera misa del Miércoles de Ceniza, la cual ofició el obispo, Guadalupe Torres.
“Este miércoles significó iniciar un tiempo fuerte, que nos va preparando para celebrar el misterio fundamental de nuestra fe que es la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo”, expresó el obispo.
Dijo que este signo externo de ceniza, significa el arrepentimiento, penitencia y conversión, para saber reconocer los pecados e iniciar un camino para ser mejores.
Aprovechó para decir que es momento de reflexionar ante los hechos que han estado sucediendo últimamente en la humanidad, y así poder hacer un cambio.
Durante el día, la Catedral estuvo ofreciendo misas cada hora, a la cual asistieron miles de fieles católicos, para que colocaran esta cruz en su frente.
Tal fue el caso de Ramona Villalba, quien cada año asiste a la Catedral para recibir la ceniza y continuar con la tradición que le inculcaron sus padres desde chiquita.
“Yo me acuerdo que desde chica me traía mi mamá, me siento tranquila de venir a misa y comulgar y en estos días, pues tratar de estar mejor con Dios, ya que es el inició de algo”, expresó.
A sus 80 años, la señora Ramona, se prepara desde temprano para asistir a misa, puesto que, regresa a su casa para comenzar a preparar todo los alimentos tradicionales de la cuaresma.
“Ahorita llego a mi casa, hago mis lentejitas, mis tortitas engañaditas de camarón, la capirotada y los otros alimentos”, explicó.
Compartió que desde que llegó de la Sierra de Chihuahua- de donde ella es originaria- acostumbra a ir a la Catedral, siempre a agradecerle a Dios por la vida y la paz de la ciudad.
“Le agradezco porque a mi edad todavía puedo andar, además para pedirle por los pecados que uno comete, porque nadie está libre de ellos”, señaló.
Sin embargo, la cuaresma, también trae el antojo de aquellos platillos que son tradicionales en estas fechas, sobretodo de quienes llevan realizándolos desde hace años.
Tal el caso de Margarita Herrera, quien lleva más de 50 años ofreciendo su tradicional pipián, uno de los platillos más acostumbrados por los juarenses en esta fiesta patronal.
Sobre una mesa que coloca frente al mercado Cuauhtémoc, la señora Margarita, comienza a ofrecer su rico pipián, así como también la capirotada y todos los ingredientes para quien acostumbra hacerla en casa.
“Aunque ya no se venda como antes, la gente mayor sigue conservando esta tradición, normalmente son quienes saben de estos platillos y quienes los preparan, como yo, que lo aprendí de mis padres”, expresó.
Sin embargo, tiene clientes que van a buscarla desde distintos sectores de la ciudad, todo por tener una vez más el autentico sabor del pipián sobre su mesa.
María Elena Pérez, es una de ellas, pues cada año acude desde la colonia Monterrey a comprarle pipián.
“Llevó más de 30 años siguiendo este pipián, a toda mi familia le encanta, está muy rico, yo ya soy una clienta frecuente”, puntualizó.
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