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Ciudad Juárez Chihuahua.- La temporada navideña representa para muchas familias la unión familiar, aunque para otras, significa también la llegada de unos cuantos centavos más.
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Tal es el caso de la señora Josefina Espinoza y su esposo, quienes llevan más de 25 años dedicados a la elaboración de la masa del tamal.
Desde su pequeño negocio, ubicado entre las calles Cobre y 16 de septiembre, este matrimonio ofrece su masa tradicional para la elaboración de tamales, negocio que aunque aún sigua siendo buscado por sus clientes antiguos, no es suficiente para poder salir adelante.
Es hasta el mes de diciembre que estos trabajadores logran hacerse de unos tantos pesos, debido a que la gente recurre para comprar la masa de sus tamales, puesto que, suele ser un platillo tradicional en la temporada decembrina.
“Lo malo de esto, es que es cada año, porque pues la tamalada solo se hace la mayoría de las veces en diciembre, el resto del año no tenemos nada de gente, está solo, excepto la gente que ya es clienta de años y viene por unos kilitos”, expresó.
Josefina, comentó que por lo regular, cuando los meses están más calmados, como junio, suelen irse a pedir trabajo a una maquila, sin embargo, ahora resulta más complicado, puesto que, su esposo padece la enfermedad de Parkinson y se les ha complicado más la situación.
La señora de 72 años, es quien prepara la masa, explicó que la costumbre le ha permitir mantenerse de pie, aún y cuando el trabajo a veces pueda resultar un poco pesado.
“Nosotros compramos el maíz y lo cocemos, estilo de antes, nixtamalizado y de ahí lo cocemos con agua y cal, todo eso, después lo enjuagamos y lo molemos aquí”, expuso.
Este negocio, además, es una herencia familiar, el cual lleva preparando masa desde hace más de 70 años.
Este molinero esta desde que no existía ninguna tortillería aquí en Ciudad Juárez, la gente que viene, son gente de años que les gusta venir a recordar aquellos tiempos cuando los mandaba la abuelita o la mamá platicó.
“A veces viene gente y me dice: señora, yo no pensé que todavía estuviera aquí, vienen y se acuerdan de cómo venían sus familiares”, agregó.
Esta moledora, cierra a las 12:00 de la tarde, y aunque la gente le ha solicitado una ampliación de horario, Josefina dijo que, esto se les complicaría, debido a que se mueven en transporte público y su domicilio esta retirado del negocio.
“Seria esto muy cansado para mi, aunque quisiera, a veces es complicado, porque tengo que ayudarle a mi esposo”, señaló.
Para este matrimonio, la edad, no ha sido un impedimento para tratar de salir adelante, pues pese a la enfermedad que presenta el esposo de Josefina y las malas temporadas que a veces pasan cuando no hay venta, no los detienen para ir a ofrecer su producto.
Es por ello que, la señora Josefina, invitó a los juarenses que acudan a probar la masa de calidad que ellos elaboran, y de esta forma ayudarlos con la venta, debido a que es la única fuente de ingresos con la que ellos cuentan y cada año suelen decaer un poco más.
“Quiero invitar a la gente a que venga a comprarme, normalmente la gente que viene a comprarme se va satisfecha, porque le gusta mi masa, trato de que siempre que alguien viene, no se vaya inconforme con la calidad y con el precio”, concluyó.
El precio por cada kilo de masa es de 15 pesos, además también venden kilos de pinole y harina.
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