Ciudad Juárez, Chihuahua.- Un violento choque entre el ferrocarril y un camión de pasajeros, ocasionó la muerte de una adolescente y lesiones a alrededor de 30 personas más que viajaban a bordo de la unidad de transporte público.

Guadalupe Christopher Álvarez Díaz, como se identificó al chofer de la unidad responsable de la tragedia, huyó “irresponsablemente” del lugar de los hechos, según señaló la propia empresa Permisionarios Unidos, ramal Kilómetros, que dijo estar en colaboración con las autoridades, para tratar de dar con el paradero del hombre.

El lamentable accidente vial fue reportado sobre el cruce del Eje Vial Juan Gabriel y calle Santos Dumont, lugar donde la unidad 1938 de la línea Juárez Bus Oasis, le cortó la preferencia de circulación al tren.

Jenifer Areli Torres González, de 15 años, una estudiante de la escuela secundaria Técnica 89, perdió la vida, tras presentar exposición de masa encefálica, debido al fuerte golpe de la locomotora, el cual pegó principalmente en la parte donde ella iba sentada, según trascendió.

La adolescente se dirigía la escuela, pero ya no pudo llegar y en lugar ello fue llevada de emergencia a recibir atención médica a la clínica 35 del IMSS, donde se le declaró muerta tras permanecer en terapia intensiva unas horas.

Ante la fuerza del impacto, la rutera que viajaba de poniente a oriente dio una vuelta sobre su eje, para terminar sobre la terracería de forma paralela a las vías del tren, mientras que los pasajeros literalmente salieron volando dentro del camión.

Vecinos, agentes de la Policía Municipal y de la Dirección General de Tránsito Municipal auxiliaron a los pasajeros heridos, en espera de que arribaran los cuerpos de rescate de Protección Civil Municipal y Estatal, así como paramédicos de la Cruz Roja, Departamento de Rescate y URGE.

Lamentablemente, el chofer responsable se dio a la fuga a pie, sin importarle el estado de salud de los heridos, sin embargo elementos de Tránsito apoyados por los preventivos “peinaron” varias colonias aledañas en su búsqueda, sin resultados efectivos.

“Papá, mi papá!”, gritaba desconsolada una niña de apenas tres añitos que pedía la llevarán con su progenitor, que estaba tirado a un costado, esperando ser atendido por médicos, por los golpes que presentó en distintas partes del cuerpo, principalmente en la cabeza.