Desde hace algunas semanas, la empresa Ferromex colocó una serie de plumas electrónicas en diferentes vialidades que conectan con las vías del tren y que corren por el eje vial Juan Gabriel de manera paralela, con la intención de prevenir accidentes viales.
Estas plumas buscan advertir a los automovilistas sobre el paso del ferrocarril, sin embargo, ya anteriormente se habían instalado algunas por la Municipio Libre, las cuales nunca entraron en funcionamiento.
Por si fuera poco, las nuevas barras metálicas han mostrado una serie de fallas y deficiencias, al no funcionar de manera automatizada, lo que a su vez genera caos vial, principalmente durante horas pico, ya que estas vialidades conectan con colonias como la Médico 68, Constituyentes y Pánfilo Natera.
La tarde del lunes, varios automovilistas hicieron públicos los desperfectos de las plumas, que permanecieron abajo durante toda la tarde, sin que ningún empleado de Ferromex acudiera a repararlas o levantarlas, impidiendo la circulación.
Antonio Díaz mostró una imagen que tomó cerca de las seis de la tarde en la Ponciano Arriaga y Juan Gabriel, donde se muestran las barras abajo y las luces en rojo encendidas, sin que estuviera cruzando el ferrocarril.
A su vez, el joven Mario Hernández aseguró que desde antes de las 4:30 ya estaban así y el señor Gerardo Godínez agregó que hasta las 5:40 de la tarde seguían en la misma posición, haciendo que los automovilistas se quedarán "atorados".
Al intentar obtener la versión de la empresa Ferromex, empleados mencionaron que tiene que solicitarse directamente a las oficinas de la Ciudad de México, ya que no están autorizados para dar este tipo de datos.
Sin embargo, según archivos periodísticos, desde el 2018 Ferromex inició con la instalación de las plumas ferroviarias en toda la república y a lo largo de diferentes estados, con una inversión millonaria, pero en su mayoría éstas no funcionaron adecuadamente, como ocurrió en Torreón e Irapuato.
Aquí en Juárez, antes de que se crearan los puentes elevados en las avenidas Municipio Libre y Juan Gabriel, se habían colocado dos enormes plumas de casi tres metros cada una, que nunca se pusieron en marcha y en ciertas ocasiones los mismos trabajadores de Ferromex las subían y bajaban manualmente.
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