Ciudad Juárez, Chihuahua.- A sus 68 años de edad, el señor Francisco Rodarte ve con tristeza como ha tenido que hacer su vida en esta ciudad, luego de haber sido deportado por el Gobierno de los Estados Unidos, tras servir a sus fuerzas militares durante la guerra de Vietnam.
Él, al igual que otros 80 veteranos de guerra, tuvieron que volver a empezar desde Ciudad Juárez, al ser catalogados de inmigrantes por el país por el que estuvieron dispuestos a dar su vida y que al final " les dio la espalda", como dijo el señor Rodarte.
Nacido en nuestra frontera, a los 10 años emigró junto a su familia a los Estados Unidos, viviendo durante un tiempo en El Paso, Texas y en Bakersfield, California, lugares en los que curso la escuela para finalmente, prestar su servicio durante dos años en 1969.
Lamentablemente, en el 2005 fue regresado a nuestro país por las políticas migratorias y desde entonces busca, al igual que sus compañeros, se le reconozca su sacrificio y lo dejen pasar sus últimos años de vida en el lugar donde creció, junto a su familia.
Francisco, plática con impotencia que, en aquel entonces, muchos ciudadanos norteamericanos decidieron viajar a Canadá u otros países, con tal de no ser enviados a Vietnam y una vez que terminó el conflicto, regresaron y gozan de todos los beneficios, mientras que a ellos los "castigaron" deportándolos.
Ahora, cada año se manifiestan para recordarle al gobierno del vecino país, que ellos lucharon por los ideales que les inculcaron en el ejército, para proteger a su pueblo de toda amenaza interior y extranjera.
"Siento tristeza, impotencia, más que nada porque estuve dispuesto a dar mi vida por un país que me dio la espalda, dejé una hija en los Estados Unidos porque su madre no quiso seguirme y no la juzgo, yo también ya hice mi vida aquí en Juárez, pero toda mi familia está allá", exclamó.
Lamentablemente, para que los veteranos de guerra deportados puedan regresar a pisar el suelo norteamericano tendría que ser en un ataúd, para ser sepultados como héroes de guerra, pero mientras, deberán de pasar sus últimos días lejos de la única vida que conocen.