Ciudad Juárez, Chihuahua.- En terrenos, patios y frentes de algunas casas de Ciudad Juárez siguen esperando a ser reparados, para volver a recorrer las calles, con sus potentes motores, sin embargo sus dueños no se deciden, o no logran reunir los recursos para semejante empresa.
Se trata de vehículos de diferentes marcas y modelos, a quienes las décadas no logran arrancarles su belleza.
Lucen despintados, oxidados, vidrios rotos, con los neumáticos ponchados y en algunos casos sin algunas piezas, pero igualmente bonitos. Así los ven sus propietarios, a quienes no les importa tenerlos arrumbados, porque la esperanza de verlos relucientes algún día, los mantiene vivos.
Ignacio Delgado Martínez, de 82 años, tiene frente a su domicilio una camioneta Dodge 1950. La pintura se la comió el sol y las llantas están si aire, pero no hace mucho que todavía andaba activa.
Por ahora la usa para juntar escombro. Luce algo de basura en la caja.
Afirma que la consiguió en el año 1972, y dese entonces le ha sacado provecho, tanto para pasear a su familia como para trabajar.
“Ya se echó varios motores, trabaja re bien, hace como nueve años que la paré y ahí la tengo, pero la voy a echar a andar”, comenta convencido.
Agrega que le faltan dos piezas, un radiador que le robaron y el tambor, pero cuando se los consiga está seguro que va a “jalar”.
Por ahora don Ignacio, como le dicen sus vecinos, se conforma con ver su camioneta todos los días, en cuanto abre la puerta o se asoma por la ventana.
Sabe que esa Dodge 1950 es parte de su vida y sigue encariñado con ella.
Sergio Álvarez Santillán, de 54 años, tiene un amor especial también por los vehículos antiguos y tiene muchos años que los consigue para guardarlos, pero con la esperanza de repararlos y venderlos.
“Ya arreglé uno, me salió en 10 mil dólares, eso me cobró el reparador, era una camioneta Chevrolet 1953, sí me convino porque fui a Los Ángeles y la puede vender en 53 mil dólares”, refiere.
Menciona que por ahora también tiene en mente reunir dinero para reparar otros tres vehículos que tiene en un predio, también de modelos antiguos.
Se trata de una camioneta Ford 1956, que es un dompe de volteo, es decir de carga, cuya caja se eleva y descarga el contenido que pueda traer.
Tiene asimismo en el predio una camioneta marca Ford modelo 1949.
Los vehículos referidos son nacionales, por lo cual no tendrían ningún problema para circular en cualquier parte del país.
Pero Álvarez Santillán tiene una tercer unidad, de la marca Chevrolet, modelo 1950, la cual es fronteriza.
“Las tres tienen sus papeles completos, aquí las tengo para algún día venderlas en seis mil dólares cada una”, explica.
Añade que lo triste es que hay algunas personas amantes de lo ajeno que seguramente tienen también ese tipo de vehículos y le han hurtado piezas.
“Me robaron un cofre y unas puertas, así que ya han de haber completado sus carchachitas y me dejaron incompletas las mías”, sostiene.
Refiere que ahora las tiene protegidas con mallas ciclónica y otras medidas de seguridad, para que no le vuelva a ocurrir.
En un recorrido de El Mexicano, se logró apreciar otros predios donde hay vehículos abandonados, principalmente de los años 50’s, los cuales lucen estacionados.
En uno de los casos, en el terreno resguardado hay al menos unos cinco autos y camiones, donde el paso de tiempo parece haber hecho una pausa.
En otro caso, una cochera guarda todavía un viejo auto, como esperando a su dueño, a que encienda el motor, salga de reversa y ambos vuelvan a recorrer el mundo.