Cd. Cuauhtémoc, Chih.- La doctora Martha González Robles, consejera del Instituto Chihuahuense de las Mujeres, afirmó que “no hay una religión donde la mujer esté en igualdad”. Sostuvo que históricamente las mujeres han sido educadas para subordinarse e incluso aquella que no llega a formar una familia paga un costo de discriminación.
González Robles dio una conferencia denominada Derechos Humanos a un grupo de mujeres en el centro comunitario de la colonia Tierra Nueva, uno de los puntos donde más prevalece la violencia intrafamiliar en el municipio, de acuerdo con datos del Instituto Municipal de las Mujeres.
En su mensaje en el marco del 8 de Marzo, expuso que los feminicidios crecen a la par del avance de la mujer en la sociedad, sin embargo reconoció que ha avanzado la igualdad entre géneros. No obstante, dijo, la discriminación y violencia contra las mujeres proviene de las ideologías familiares y religiosas, históricamente.
“Once mujeres, en promedio, diariamente, en México, son víctimas de feminicidio. No estamos hablando de las que fallecen de cáncer, atropelladas o las que pierden la vida por balas perdidas. Las características del feminicidio tiene que ver con la forma en que mueren: mutiladas, violadas. En un porcentaje altísimo, son cometidos por parejas o exparejas”, mencionó.
La Doctora indicó que la Constitución Mexicana señala igualdad entre hombres y mujeres, aunque aún no es una realidad absoluta, por lo que el Día Internacional de la Mujer es motivo para alzar la voz “por todo lo que nos falta”.
Dijo que en Chihuahua las mujeres “están siendo el botín de guerra del narcotráfico. El grupo contrario mata a las mujeres del otro grupo o viceversa”.
Mencionó que una mujer que vive violencia tiene limitados derechos como la salud y el trabajo, pues en ocasiones son motivos de violencia.
Martha González Robles pidió a las presentes exigir a los candidatos que en las campañas lleguen a las elecciones, haciéndolos incluso firmar compromisos, pues es su derecho. “Las mujeres tiene que llegar al poder, porque es su derecho. No todas tienen conciencia de lo que significa ser mujer”.
“Hay una violencia política muy fuerte contra las mujeres. Es aquella que no se da sólo en las elecciones, la puede haber en un trabajo cuando un superior ‘me limita’: duplicar o triplicar el trabajo, pedir que no se nos tome en cuenta, despedirnos primero”, explicó.
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