El Paso, Texas.- El icónico grito antes de morir de George Floyd “I can’t breathe” (“No puedo respirar” por su traducción al español) se escuchó en todo el Paso, el domingo pasado cuando cientos de manifestantes acudieron a varios lugares para protestar por lo que muchos consideran un asesinato, Floyd gritaba “no puedo respirar” cuando un policía racista de la ciudad de Minneapolis le oprimía el cuello con su rodilla al realizar un arresto injustificado, según las crónicas periodísticas y los comentarios en los medios de comunicación así como en redes sociales.
Manifestantes residentes de esta ciudad macharon en protesta contra la policía de El Paso por motivos de la muerte de George Floyd en Minneapolis, causada por la brutalidad policiaca de esa comunidad, en la marcha acudieron al parque público Memorial Park donde se caldearon un poco los ánimos y dos policías resultaron lesionados, otro grupo de personas llegaron a la sede principal de la Policía de El Paso en la calle Raynor y ahí gritaron consignas contra la policía y se tiraron al suelo como fue derribado y muerto Floyd por un policía.
Los manifestantes se apostaron en le estacionamiento de la Central de Policía hasta pasada la media noche, mientras que dos helicópteros vigilaban a los manifestantes y alrededor de cien policías equipados con antimotines resguardaron la Sede. “I can’t breathe” y “Black they matter” (“Los afroamericanos importan” por su traducción al español) fueron los gritos que les conferían a los uniformados como un homenaje al recién asesinado afroamericano George Floyd.
La historia de los últimos asesinatos de minorías por manos de la policía de los Estados Unidos, incluida las policías de las agencias federales como es el caso de Sergio Adrián Hernández Guereca de 15 años, fue asesinado al momento en que se encontraba a orillas del Río Bravo, aquí en El Paso por una agente de la Patrulla fronteriza que accionó su arma de fuego desde el lado estadounidense.
Hace cerca de 10 años, el crimen ocurrió un siete de junio de 2010, los padres del menor asesinado interpusieron una demanda contra al gobierno estadounidense en la corte federal de El Paso, Texas, acusaron al agente, de haber utilizado fuerza mortal y de intencionalmente disparar antes de tratar de realizar un arresto.
Asimismo, se acusó a Estados Unidos y a varias de sus dependencias de este país, “de tolerar, aceptar y promover un patrón de brutalidad y uso excesivo de fuerza de miembros de la Patrulla Fronteriza” en contra de ciudadanos mexicanos, así como de Centro y Sudamérica, el agente en mención fue exonerado por una corte de los Estados Unidos.
Otro crimen que ocurrió en El Paso Texas, fue el de el joven Erik Emmanuel Salas Sánchez, un mexicano de 22 años quien primero fue agredido con un arma de descargas eléctricas al encontrarse afuera de su casa donde vivía con su madre, según versión de la policía de El Paso el joven Erik tenía un objeto en la mano que se consideraba como arma letal.
Uno de los oficiales le asestó un disparo en su humanidad por que consideró que el objeto que traía en la mano amenazaba de manera letal a los agentes, el muchacho fue llevado al hospital donde mas tarde fue reportado sin vida.
En otras partes del país también han sido asesinados más mexicanos, como fue el caso de Antonio Zambrano, de 35 años de origen michoacano, quien presuntamente agredió con piedras a dos policías murió de varios disparos de los agentes cuando huía de ellos en Pasco, al sureste del estado de Washington, el hecho sucedió en 2015.
Los oficiales de policía dijeron que una de las rocas era tan grande como una pelota de softball, de acuerdo con un informe toxicológico realizado por la policía encontró que la sangre de Zambrano dio positivo por metanfetamina.
Diez días después de este asesinato, policías vuelvan a matar otro mexicano ahora un connacional de Durango, Rubén García Villalpando, de 31 años, fue asesinado a balazos presuntamente por un policía de la ciudad de Grapevine, en el condado de Tarrant, Texas.
Rubén estaba en un estacionamiento de una tienda, de acuerdo con las declaraciones de la esposa, el sale de lote los policías lo siguen, le piden que se detenga y no se detiene, él se detiene una milla más adelante y le solicitan que baje del auto, el baja y en ese momento le disparan en el pecho.
Otro caso más por medio de un comunicado de la Secretaria de Relaciones Exteriores, Oficiales del Departamento de Policía de Santa Ana, California, mataron a balazos a Ernesto Javier Canepa Díaz, según la versión de la policía, Canepa, fue relacionado con un robo ocurrido Santa Ana California.
Un vídeo de seguridad documentó el momento en que el conductor de una camioneta blanca arrebató a una señora, de 63 años, una cadena de oro de su cuello, la camioneta fue localizada por las autoridades y coincidía con la descripción del vehículo del caso, cundo procedieron a revisar la camioneta, se encontraba dentro del vehículo se negó a cooperar con la policía y el incidente culminó con su muerte en un tiroteo.
Estos son sólo algunos de las casos de brutalidad policiaca donde asesinaron a mexicanos, todos los crímenes mencionados sucedieron en el transcurso de menos de cinco años.
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