El gobernador de Texas, Greg Abbott emitió una orden ejecutiva, con el fin de que las empresas no puedan obligar a sus empleados o clientes ponerse la vacuna contra Covid-19 y dicho caso, sea motivo para despedirlos.
En un comunicado emitido por la oficina del Gobierno Estatal de Texas, destaca que ninguna empresa puede obligar a recibir una vacuna COVID-19 a cualquier individuo, incluido un empleado o consumidor.
Incluso, también aplica para quienes se opongan a dicha vacuna por cualquier motivo de conciencia personal, basado en una creencia religiosa, o por razones médicas, incluida la recuperación previa de COVID-19.
El Gobernador Abbott también envió un mensaje al Secretario en Jefe de la Cámara y al Secretario del Senado agregando este tema como un tema a la agenda de la Tercera Sesión Especial. La orden ejecutiva será rescindida con la aprobación de dicha legislación.
“Ninguna entidad en Texas debería hacer eso”, dijo en la orden que amenaza con multas de mil dólares por violar el plan estatal de manejo de emergencias para la pandemia.
“En otro caso más de extralimitación federal, la Administración Biden ahora está intimidando a muchas entidades privadas para que impongan mandatos de vacuna contra covid-19, causando interrupciones en la fuerza laboral que amenazan la recuperación continua de Texas del desastre causado por covid-19″, dijo Abbott en su orden.
Cabe mencionar, que la administración Biden anunció en septiembre que los contratistas federales y las empresas con más de 100 trabajadores deben exigir a sus empleados estar vacunados.
Los contratistas que no cumplan podrían perder lucrativos contratos gubernamentales.
Los grandes empleadores podrían enfrentar multas de 14 mil 500 dólares por instancia a través de la Administración de Salud y Seguridad Ocupacional.