El Paso, Texas.- La Diócesis de El Paso informó que a partir de ese 1 de junio todas las iglesias serán abiertas al 100 por ciento, implementando una nueva fase de los protocolos por la pandemia.
De acuerdo a un comunicado, se informó que el aforo de las congregaciones en las iglesias se incrementa al 100%, pero todos los miembros de la asamblea deberán llevar cubrebocas y todos deberán higienizarse las manos al entrar en al recinto.
"Esto se aplica a las misas de los domingos y de los días entre semana, a las bodas, a los funerales, a los bautismos y otros sacramentos, y a otras reuniones de oración o litúrgicas dentro de las iglesias. Las reuniones en otros espacios interiores, como las reuniones de grupo o las clases, pueden estar al 100% de su capacidad si todos los participantes han sido vacunados", se menciona.
Otra de las medidas a implementar es quienes acudan a las iglesias deberán usar cubrebocas obligatoriamente ya que no todas las personas de la comunidad están vacunadas.
El Obispo Mark se une al Papa Francisco, a la curia del Vaticano y a los obispos de los Estados Unidos para instar de todo corazón a todas las personas elegibles a vacunarse tan pronto como puedan.
También la Iglesia habrá de implementar los marcadores de distanciamiento social, como los de la procesión de la comunión, tampoco son ya necesarios. El agua para bautizar a varios niños o adultos puede provenir de la misma pila (aunque el agua que no fluye debe ser adecuadamente vaciada después), y se puede reanudar el método habitual de unción en la Confirmación (utilizando un solo vaso de crisma sin instrumento).
Sin embargo, dado que la fuente de las gotitas en el aire es la nariz y la boca, algunos protocolos relacionados con la pandemia continuarán por ahora. La comunión sólo puede recibirse en la mano, una manera reverente y que forma parte de la antigua tradición de la Iglesia, y sólo en forma del Cuerpo de Cristo (la hostia), no del cáliz compartido. Tampoco se permiten todavía las pilas de agua bendita de agua estancada, como en las entradas de las iglesias.
Con estos cambios, la Diócesis espera permitir que más personas se reúnan para celebrar su fe, pero de una manera prudente que mantenga la seguridad de todos.
"Seguimos rezando por el pronto fin de la pandemia, así como por todos los que han muerto a causa de esta enfermedad. Pero también rezamos por la paciencia para soportar lo que esperamos sean los últimos meses de restricciones relacionadas con la pandemia, así como por la valentía de realizar actos cotidianos de caridad cristiana para mantenernos sanos unos a otros", finaliza el comunicado.
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