Autoridades de la compañía de servicios públicos El Paso Water informaron que, la planta de recuperación John T. Hickerson a partir de hoy ya trabaja en su máxima capacidad, es ahí donde actualmente desembocan las aguas residuales que anteriormente eran arrojadas al Río Bravo, se espera que con la puesta en marcha de esta instalación se procesarán más de 17,5 millones de galones de agua negra por día.
Anteriormente, la Instalación de Hickerson trabajaba a capacidad parcial, se recolectaban alrededor de 4 millones de galones por día. Una instalación de recuperación es donde las aguas residuales se recolectan y se tratan nuevamente para convertirlas en agua corriente limpia y segura.
Fue el pasado 29 de diciembre cuando El Paso Water realizó la conexión final en este proyecto de reparación, con esto se espera que el mal olor de las aguas residuales desaparezca en las próximas semanas, también que, las aguas residuales fluyan libremente a través de la instalación de bombeo John T. Hickerson, y que dejen de llegar aguas residuales Río Bravo, se limpiará el agua utilizando microbios conocidos como "insectos" que comen el material de desecho orgánico.
A mediados de agosto, dos líneas principales se rompieron en varios lugares, lo que obligó a El Paso Water a tomar la decisión de desviar las aguas residuales al Río Bravo en el oeste de El Paso, esto causó malos olores en el área, situación que frustró a la gente que vive ahí.
Este martes, se completó el paso final para reparar el sistema de alcantarillado del lado oeste: operar completamente la instalación de recuperación John T. Hickerson.
“En los más de 30 años que he estado aquí, nunca habiamos experimentado un cierre total de la planta, sin embargo, el comienzo de 2022 marcó un logro importante en la respuesta de El Paso Water a la emergencia de aguas residuales de Frontera Force Main”, dijo Fred Murillo, superintendente de la planta John T. Hickerson.