Actualmente El Paso Water mantiene un monitoreo continuo del funcionamiento de la planta de recuperación John T. Hickerson que ya opera a toda su capacidad para absorber la entrada total de aguas residuales del lado oeste de El Paso y del cese de la descarga de aguas residuales sin tratar al Río Bravo, para con esto comenzar los esfuerzos de renovación ambiental.
De igual manera, la empresa de servicios públicos y un grupo de contratistas externos se encuentran en la realización de un análisis exhaustivo para conocer del impacto ambiental que causó el derrame de las aguas residuales en el rio desde agosto, una vez terminada la revisión se darán a conocer los resultados y se determinarán las acciones necesarias, informó Denise Parra, oficial de asuntos públicos de El Paso Water.
La primera fase de los esfuerzos de limpieza en el Río Bravo se espera que comience pronto. Contratistas locales comenzarán a limpiar los canales y las áreas de estanques que contuvieron temporalmente las aguas residuales durante la emergencia.
En tanto a la instalación de John T. Hickerson, se tratan alrededor de 10 millones de galones de aguas residuales diariamente, estas aguas se recolectan de más de 110,000 residentes del lado oeste.
‘’Se está limpiando el agua residual que desembocaba en el río, ya no hay descarga de aguas negras en el río, ya todo el flujo se capta aquí en la planta de recuperación, se esta tratando el agua y se esta regresando al río per ya limpia’’, comentó Gilberto Trejo, director de operaciones.