Ciudad Juárez, Chihuahua.- Para Jesús Lorenzo Ávila de 35 años de edad, lo que pretendía ser el "sueño americano", se convirtió en una pesadilla cuando agentes del Servicio de nmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (ICE por sus siglas en inglés) lo torturaron cuando lo tenían detenido en un centro de inmigración en El Paso.
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Oriundo del estado de Guerrero, Jesús mencionó en entrevista para El Heraldo de Juárez que tenía su vida normal en dicha entidad, donde se desempeñaba como secretario del director de un hospital, además de pertenecer al partido político Morena, donde conoció de primera mano al Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Sin embargo, por su actividad política recibió amenazas de muerte, lo que lo obligó a huir de ahí y buscar asilo político con el gobierno de los Estados Unidos; donde la primera vez, no le dieron entrevista y lo deportaron, luegoen agosto del 2018, ingresó por Tijuana y días después fue asignado a Cibola, Nuevo México, en un centro de detención de ICE.
No tardó ni un mes, cuando logró conseguir el asilo político, sólo faltaba la última entrevista en la Corte para que le sellarán los documentos; por lo que tuvo que ser trasladado a El Paso, al centro de inmigración de montana, donde empezaría su calvario.
Al tener diferencias con otros migrantes, Jesús separado del grupo, siendo puesto en el área de aislamiento, donde no lo dejaban ver a los abogados que llevarían su caso, también comenzaron las agresiones físicas, todo por el odio racista y discriminación a su orientación sexual.
"Ahí me obligado a romper mi paquete de asilo, los documentos legales que ya estaban firmados, trate de denunciar que me trataban mal, pero empece a tener amenazas de los agentes", refirió.
Sin embargo, para el 22 de enero de este año, dichas amenazas se hicieron acciones, cuando fue golpeado brutalmente por los agentes, que lo dejaron inconsciente y lleno de sangre, -y como no reaccionaba- relató, tuvo que ser llevado al área de urgencias del Hospital de El Sol para que se recuperara.
Tras recuperarse y regresar al centro de inmigración, fue aislado del grupo y asignado al área restrcción, posteriormente fue llevado al centro de Otero, donde también lo colocaron aislado debido a que lo habían etiquetado como un peligro para las demás personas.
"Denuncie al Consulado Mexicano lo que me paso, pase las quejas y el encargado Alberto Ruiz, encargado de proteccion a migrantes no quiso hacer el procedimiento y que todo lo que me hicieran ahí no era delito y que me aguantara, incluso me dijo que todo tramite costaba dinero y si no tenía para que denunciaba", comentó.
Agregó que incluso le presentó el documento donde el Hospital del Sol le emitió después de atenderlo por la golpiza que le propinaron los agentes del ICE en el centro de detención.
Posteriormente, para el 22 de agosto, fue deportado a México, donde acudió a la Secretaría de Relaciones Exteriores para denunciar su caso, debido a que se le hace injusto lo que le hicieron, sobre todo porque contaba con sus papeles listos para el asilo y la autoridad lo hizo que los rompiera.
Ahí solo le comentaron que turnarían su caso al Consulado Mexicano en El Paso, siendo que ellos desde un principio le negaron la atención, porque el caso no procedía.
Ante esto, pide a las autoridades encargadas, como es el mismo Consulado, que atiendan el problema, ya que el es uno más de todas las violaciones y situaciones de discriminación que viven dentro de los centros de inmigración las personas que buscan asilo político tras huir de la violencia en sus lugares de origen.
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