Por primera vez, después de cientos de años, feligreses no podrán acudir a la iglesia a celebrar el Domingo de Ramos, así lo dio a conocer el padre Eduardo Hayen, párroco de la Catedral.
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La celebración más esperada e importante para miles de feligreses este año se llevará de una manera histórica, puesto que la eucaristía se celebrará sin la presencia de los fieles católicos.
Ante la pandemia del Covid - 19, la iglesia católica decidió tomar medidas preventivas para no poner en riesgo la salud de los feligreses y con ello contribuir a la propagación de este virus.
Como parte de estas medidas, la iglesia tomó la decisión de suspender las misas y actividades pastorales, con ellas las celebraciones tradicionales de Semana Santa, la cual inicia este Domingo de Ramos y concluye el Domingo de Pascua.
El padre Hayen comentó que por esta ocasión la celebración del Domingo de Ramos se llevará a cabo a puerta cerrada desde la Catedral, con el obispo José Guadalupe Torres, misa que será transmitida por televisión abierta y por Radio Guadalupana a las 12:00 del día.
“Él va a celebrar la misa prácticamente con muy pocas personas, son gente de la Catedral, los sacerdotes, las religiosas, con nadie más”, señaló.
Asimismo, las demás celebraciones como Jueves Santo, Viernes Santo, Sábado Santo y Domingo de Pascua, serán a puerta cerrada y transmitidas por televisión abierta y radio.
Explicó que por esta razón el Domingo de Ramos se celebrará sin la bendición de palmas, así como habitualmente la gente acostumbraba, mientras que el Jueves Santo será sin el lavado de pies.
“Los fieles están añorando que se abran las puertas, pero por respeto a la salud de todos ellos, no podemos hacerlo, no queremos ser una fuente de contagio, por esta ocasión tenemos que celebrar así, es algo muy doloroso para el pueblo y para los sacerdotes también”, compartió.
Sin embargo, exhortó a los feligreses a aprovechar el tiempo para pedir que todo esto pase y pronto, llegue el fin de la pandemia, así como también hizo un llamado para buscar una unión más profunda con Dios.
Para cientos de feligreses esta fecha significa el recordar lo que Cristo padeció y entender por qué murió y resucitó.
Este domingo de Ramos se celebra la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén y el pueblo acostumbraba a celebrarlo con cantos y palmas, por ello, cada fiel creyente llevaba un ramo de palma el cual la iglesia bendecía.
Mientras que el Jueves Santo se recuerda la última cena de Jesús con sus apóstoles, en la que les lavó los pies como símbolo de servicialidad. La iglesia habitualmente, también realizaba cada año el lavado de pies de los feligreses.
El Viernes Santo, se recuerda la Pasión de Nuestro Señor, la flagelación, la corona de espinas y la crucifixión, el pueblo solía realizar un Viacrucis solemne, con la ceremonia de la Adoración de la Cruz.
Sábado de Gloria, se recuerda el día que pasó entre la muerte y la resurrección. Las imágenes se cubren y los sagrarios están abiertos, normalmente la gente bendecía agua y encendía veladoras en señal de la resurrección de Cristo.
Y por último el Domingo de Pascua, suele ser el día más alegre e importante de todos los católicos, ya que Jesús venció la muerte y dio la vida.
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