Ciudad Juárez.- Entre tapias, sentado en un banco de madera, Roberto, realiza trabajos de herrería para poder salir adelante.
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Cada mañana, el señor de 67 años, sale en compañía de su triciclo a realizar uno que otro trabajo, pues para él no ha habido impedimento desde que un tren le pasó por sus dos piernas, ocasionándole la pérdida de ambas.
Un par de prótesis, han sido para él, la oportunidad de volver a trabajar en lo que ya lleva toda una vida, haciendo discos para cocinar, triciclos, puertas de forja, escaleras, freidoras, tejabanes, o bien, lo que le pida la gente.
Roberto, quien es conocido como el “nene”, entre la comunidad, platicó como hace más de 25 años, la vida le cambió en un abrir y cerrar de ojos, pues bastó con voltear de reojo para saber que un tren estaba a punto de pasarle por encima de sus dos piernas.
Se me atoró un pie donde están los cambios de vía y yo no me di cuenta que ya venía el tren hasta que voltee de reojo, pues ya no me quedó de otra más que hacerme para un ladillo pero pues no se pudo hacer mucho”, Expresó
Contó, que después del accidente, duró dos meses para poder asimilarlo e incluso, el doctor que lo atendía, estuvo a punto de mandarlo a terapias psicológicas.
Con el paso del tiempo, Roberto ha tenido que ingeniárselas para poder pedalear el triciclo, como por ejemplo, ha tenido que hacer bultos de tela para poder ensartar bien su prótesis en la rodilla y así, no correr el riesgo de que se le desprenda al momento de pedalear.
Anteriormente y a su manera, él se había hecho unas prótesis, sin embargo, su mamá le dijo que esas no le servirían de mucho y decidió recurrir a un préstamo, con el cual, logró pagarse las prótesis que conserva desde hace 15 años.
Roberto tiene un hijo que se encuentra en Torreón, ahora él vive solo en unas tapias ubicadas entre las calles Luis Moya y Esteban Coronado de la colonia Corregidora.
Comentó que en ocasiones, han intentado entrar al terreno y robar las pertenencias que tiene, e incluso le han escondido herramientas como la máquina de soldar.
Y aunque de vez en cuando ocurran estas situaciones, es más la gente que lo quiere, pues en la colonia todos conocen su trabajo y hasta le llegan a hacer mandados para que no descuide su mercancía.
El hombre a sus 67 años, no padece ninguna enfermedad crónica, pues parte de eso, dice que se lo debe a que todas las mañanas se baña a “cubetazos”con agua fría, así sea tiempo de frío o de calor.
Las personas que estén interesadas en solicitar algún trabajo al señor Roberto, puede comunicarse al número 656 223 96 76, o bien, acudir a su domicilio en las calles ya mencionadas, pues de este trabajo saca el sustento económico para poder sobrevivir.
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