Pese a que se incrementó considerablemente el uso de cubrebocas, guantes y demás equipos para prevenir el contagio del Covid-19, en la ciudad no existe una dependencia que vigile el destino final de éstos.
La mayoría de los ciudadanos tiran en la basura domiciliaria los cubrebocas, guantes y hasta overoles que llegan a utilizar para protegerse del Covid-19, sin embargo, hasta la fecha sólo existe vigilancia del destino final de estos desechos cuando son utilizados en hospitales e instituciones, informó la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Coespris).
De acuerdo con información que proporcionó la dependencia, ésta únicamente verifica que los hospitales o clínicas tanto públicas como privadas cuenten con el servicio de una empresa que se dedique a la destrucción de residuos biológico-infecciosos.
A su vez se informó que a nivel federal se lanzó un Lineamiento Técnico de Uso y Manejo del Equipo de Protección Personal ante la Pandemia del Covid-19, el cual fue publicado el 12 de mayo pasado.
En el se establece la disposición de desecho de los materiales del equipo de protección personal (EPP), los cuales se dispondrán de acuerdo con la siguiente clasificación: guantes, bata desechable, cubrebocas quirúrgico deben de ser depositados en bolsas de color de acuerdo al color de la institución.
En cuanto a los respiradores N-95 el personal clínico desechará el respirador en bolsa municipal que para tal finalidad se haya dispuesto en su área de labores. Dicha bolsa deberá tener rótulo que indique dicha función.
Sin embargo, hasta el momento no existe un manejo especial para los desechos de este tipo que a diario utilizan los ciudadanos, como lo son cubrebocas, guantes, mascarillas, entre otros.
En diversas partes de la ciudad se ha observado que dichos desechos son tirados en la vía pública, en botes de basura públicos y demás lugares, ya que ni Coespris o el Sector Salud estatal vigilan el uso y destino final que se le da a estos.
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