Ciudad Juárez, Chihuahua.- Durante las últimas semanas, la Patrulla Fronteriza ha reforzado la vigilancia en los límites entre Chihuahua, Texas y Nuevo México, con el fin de evitar el ingreso de migrantes indocumentados a suelo norteamericano.
En el presente años Fiscal, el CBP reportó la detención de 172 mil migrantes, mientras que, en el 2018, se habían contabilizado 31 mil, lo que demuestra un incremento del 81% en el número de casos.
Cómo parte de estos operativos, cientos de extranjeros han sido detenidos en el bordo del Río Bravo, cruces fronterizos y zonas desérticas de dichos estados, como el caso de 194 centroamericanos puestos bajo resguardo el pasado 18 de agosto.
Según el Custom Border Patrol, agentes de Antelope Wells, en Nuevo México, interceptaron a los indocumentados cuando viajaban en grupo, cerca de las 3:00 de la madrugada, cerca de la Base de Operaciones de Camp Bounds.
Los "migras" lograron ubicarlos cerca del punto de entrada de Antelope y al entrevistarlos, tuvieron conocimiento que todos eran provenientes de Guatemala, Honduras y El Salvador, cuya intención era cruzar hacia los Estados Unidos.
Lamentablemente, al momento de realizarles exámenes médicos, descubrieron que una niña de 7 años había estado viajando con fiebre, por lo que de inmediato fue llevada a un hospital en helicóptero, presentando un cuadro de influenza.
Además, a otros migrantes se les detectaron liendres y sarna, según el CBP, procediendo a su traslado a un centro de detención luego de su valoración médica.
La Patrulla Fronteriza sostiene que el ingreso masivo de migrantes representa un reto para las autoridades migratorias, lo que representa una crisis humanitaria y de seguridad nacional para el pueblo norteamericano.
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