La Medicina Veterinaria es una de las ramas de la Ciencia Médica, que diagnostica y trata las enfermedades, dolencias y lesiones de los animales, sin embargo, no es allí donde para su importante labor, ya que también se encargan de proteger al ser humano de cualquier enfermedad que pueda transmitir el animal.
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Actualmente, los veterinarios se pueden encontrar en alguna industria, laboratorio, consultorio, hay otros que se desempeñan en tareas del ámbito agropecuario, en la apicultura o en la inspección de los alimentos procesados, ya que suelen hacer una labor multidisciplinaria, todo con la finalidad de salvar alguna vida o cuidar de la salud humana y animal.
La doctora Claudia Reyes Barraza, jefa de Calidad en el Rastro Municipal, platicó en entrevista con El Heraldo de Juárez, la importancia de su trabajo dentro de este lugar, ya que son los responsables de evitar una zoonosis, enfermedad que un animal puede transmitir a los humanos por medio del consumo de carne.
Su enfoque es garantizar que la carne que llega a la mesa de cada hogar juarense, sea de calidad y tenga las condiciones necesarias para ser apta, lo cual representa una gran responsabilidad dentro de la sociedad.
Para llegar a esto, le toca verificar si el ganado llega con lesiones, si es así, esas lesiones se mandan al laboratorio, mientras que se procede a un decomiso de cabeza, canal, cuero y visera. Son tres las personas encargadas de cuidar este tipo de lesiones o características que puedan hacerles saber que el animal es un riesgo para la salud.
La rutina de su trabajo dentro del rastro, es ver desde que el animal llega, hasta las condiciones en las que lo hace, o si presenta sintomatología como Encefalopatías. En caso de que se detecte, tiene que proceder al decomiso, y evitar que salga a su consumo.
“Mucho de nuestro trabajo es muy importante, que a nivel rastro, este un profesional como el médico veterinario, quien pueda tener un control de lo que sale a comercio o no sale, hay afectaciones económicas a los introductores, por su puesto, pero nosotros les hacemos ver el riesgo que representa que ese producto salga”, expresó. Esto en ocasiones pudiera ser lo más difícil de su trabajo, hacerle entender al dueño del ganado.
Comentó que las especies que más les ha tocado sacrificar como parte de su trabajo en este año, son los gansos de; Bovino con 15 mil 310; Equino 3 mil 377 y por último, el Porcino, con mil 787, cifras correspondientes de enero a julio de 2020, lo cual suma un total de 20 mil 454 animales sacrificados. Solo 168 fueron decomisados.
Finalmente para poder entregar los canales, se ingresa al animal a una descueradora. Lo que queda del cuerpo sin cabeza, patas y pelo, se convierte en el canal, que será entregado a los dueños del ganado, no sin antes pasar 24 horas de refrigeración. “Eso es lo que entregamos, nosotros no nos involucramos en hacer un corte o hacer cortes primarios, se entrega un canal colgado en un gancho”.
Para Claudia, esto ha resultado un trabajo de mucha responsabilidad, ya que normalmente acostumbran a trabajar con la patología, algo distinto a lo que realizan otros compañeros veterinarios, pues hay quienes trabajan sobre síntomas, para poder dar un tratamiento y curar, algo distinto a lo que ella ve de manera diaria.
“Hacemos unas historia clínica, pero realmente nuestro trabajo, más que nada, es post mortem, no es para curar, sino para ver el tipo de lesión que trae el ganado y así, saber si es apto o no apto, tenemos que estar leyendo constantemente, saber lesiones, porque nosotros ya no trabajamos con síntomas, como médicos veterinarios nosotros aquí ya lo que vemos son lesiones porque ya el animal no nos da un síntoma, el animal ya está colgado en un gancho, lo que vemos son ganglios, abscesos, lesiones”, señaló.
Por otro lado, Ana Yáñez, se ha desempeñado como médico veterinario por más de seis años en un consultorio, dentro del cual ha podido contribuir con sus conocimientos al desarrollo, bienestar y salud de un sin fin de animales, sobre todo perros y gatos que han llegado a formar parte de la vida de alguien.
Cómo veterinaria ha logrado desarrollar un carácter menos frágil, el cual no le permita encariñarse con cada animal que tiene que atender, sobre todo si este va en condiciones deplorables, a punto de morir.
Sin embargo, la satisfacción que le deja su trabajo es aún mayor, ya que las vidas que le ha tocado salvar son más que los malos momentos que le ha tocado pasar.
“Lo puedo decir ampliamente, esta profesión es difícil, no es nada fácil como muchas personas suelen pensar y menospreciar al comprarnos con un médico general que atiende a humanos, ellos pueden llegar con un paciente y preguntarles qué sienten o qué es lo que pasa, nosotros podremos hacerlo, pero sin embargo no vamos a obtener alguna respuesta alguna”, expresó.
Comentó que durante años ha tenido que pasar por situaciones realmente decepcionantes, puesto que las personas malbaratan el trabajo que ellos realizan, puesto que en ocasiones lo suelen ver como muy poca cosa, siendo que implica las mismas responsabilidades y deberes que algun otro trabajo dentro de esta ciencia.
Por ultimo, la doctora Yañez, pidió a las personas que cuentan con alguna mascota, llevarlas por los menos una vez cada tres meses con su veterinario, ya que no porque no se vea mal, no signifique que no necesite de uno, asimismo, recomendó tener la cartilla de vacunación al día para evitar las enfermedades, mismas que en algunos momento no solo dañan al animal, sino a quien convive con él.
Hace unos días se conmemoró el Día Mundial del Veterinario, el cual busca reconocer y hacer conciencia de la importancia de la labor que día a día desarrollan estos médicos, dedicados a cuidar la salud de las mascotas y a su vez, de las personas.
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