Especie considerada en peligro de extinción dentro del territorio nacional, el águila real ha sido avistada en dos ocasiones durante el último año en la zona del humedal del río San Pedro, al parecer atraída por la abundancia de otras aves de las cuales se alimenta.
Jaime Robles Carrillo, naturalista y voluntario de la Organización Vida Silvestre (OVIS), detalló que el primer registro del águila real en esta zona fue hace un año, y el segundo avistamiento ocurrió en diciembre pasado, durante el conteo anual de aves en el humedal.
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Ambos reportes, subrayó, están confirmados, pues se tienen fotografías del ave rapaz, tratándose de un ejemplar juvenil que acaba de dejar el nido. Regularmente, los polluelos del águila hacen eclosión a principios del mes de abril, empiezan a volar en junio y abandonan el nido a finales de noviembre.
“Aquí lo interesante y lo importante es como aquí (en el humedal de Meoqui) es muy rico en fauna, entonces es muy probable que su acercamiento haya sido para cacería, para alimentarse”, subrayó Jaime Robles.
Con el monitoreo que la organización realiza de las águilas, se ha descubierto que estas aves ya se están aventurando a llegar a la región centro sur del estado, donde se quedan no uno ni dos días, sino hasta una semana. Únicamente evitan las manchas urbanas y los campos agrícolas.
“Está teniendo mucha presencia, entonces quiere decir que aquí es rico en presas y están teniendo la seguridad, no se les está molestando… eso es lo más importante que estamos buscando en el águila real, que no sea molestada porque no son áreas propias para el águila real, sin embargo, está llegando”, enfatizó el naturalista.
Destacó que estos registros del águila son los primeros que se tienen para la zona del río San Pedro, mencionando además que Chihuahua alberga el mayor número de parejas de esta especie depredadora en todo México, con 58 de ellas registradas en distintos puntos de la geografía estatal.
La región con mayor número de avistamiento de ejemplares del águila real es Manuel Benavides, en el rincón noreste del estado, concretamente en el cañón de Santa Elena. También se han visto parejas en la franja montañosa que abarca desde Madera hasta Majalca, cerca de la ciudad de Chihuahua.
Sin embargo, a pesar de figurar en el escudo nacional, el águila real es una especie que se encuentra en peligro de extinción. Las actividades del ser humano representan su principal amenaza, ya que estas aves rapaces suelen morir por disparos, envenenamiento o por chocar en los cables eléctricos de alta tensión.
Otro problema para la supervivencia del águila es la minería en su hábitat natural, pues al detectar la intrusión del ser humano pronto desaparece de allí.
Además, Jaime Robles señaló que el águila es el “animal tope” dentro de la pirámide alimenticia, por lo que los ganaderos y agricultores deben sentirse privilegiados si el ave habita en sus predios, pues ayuda a limitar la población de animales como los conejos, jabalíes, venados, coyotes y zorrillos, los cuales pueden representar un problema para los campesinos.