DELICIAS.- Poseedor de una pensamiento brillante y claro, pero al mismo tiempo sencillo en el trato personal, así recordó Arturo Nájera Herrera, médico cardiólogo de esta ciudad, al Premio Nobel Mario Molina Pasquel, cuyo deceso ocurrido este miércoles consternó a la comunidad científica nacional e internacional.
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En entrevista radiofónica para el espacio Panorama Informativo, el doctor Arturo Nájera recordó al químico ilustre como uno de los hombres cuya vida trascenderá en los años venideros, por ser quien descubrió el factor causante del calentamiento global, lo cual le hizo acreedor al Nobel en 1995.
“Nos agarro sorpresivamente la muerte de José Mario Molina”, expresó consternado Nájera, quien recibió la noticia de Luis Molina, cardiólogo hermano del científico y amigo suyo con el que trabajó de cerca.
Fue precisamente el hermano de Molina quien le platicó detalles a Arturo Nájera sobre la forma en que ganó el Premio Nobel hace 25 años, por su investigación trascental para toda la humanidad, porque hizo el hallazgo del compuesto químico causante del daño a la capa de ozono del planeta.
“El secreto que el descubrió es una sustancia. Nosotros usábamos muchos anticongelantes: los autos, los refrigeradores usaban muchas sustancias, las cuales, en el momento que se liberaban, los anticongelantes se desprendían hacia el medio ambiente, corrían hacia la estratosfera, se iban sobre el ozono, lo destruían”, ilustró el especialista.
Nájera tuvo la oportunidad de conocer personalmente al científico, quien residía en la ciudad de Boston pero ocasionalmente venía de visita a México. Afirmó que Mario Molina jamás se negó a venir a Chihuahua, pero las circunstancias políticas no se lo permitieron.
“Los que lo tratamos, era una persona sencillisima, con una claridad de mente impresionante. Por ejemplo, un consejo que nos dio: ¿Tù quieres ser profesionista? Dedícate a estudiar, a estudiar, estudiar; si tú quieres hacer dinero pronto, dedícate al comercio y se acabó”, recordó el médico.
Recalcó que el trabajo de Mario Molina es trascendente sobremanera, por lo cual expresó que fue para el un honor el haber conocido a una personalidad de su talla. Por este motivo, el doctor Nájera sugirió que varias calles de las distintas poblaciones de México deberían llevar el nombre del Premio Nobel, y no los nombres de políticos “que son innombrables”.
“Estas son de las gentes que el va a trascender ante la humanidad; imaginese: Mario Molina fue asesor de presidentes de los Estados Unidos en cuestiones medio ambientales”, destacó.
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