Ciudad Juárez, Chihuahua.- "Porque mi papá porque mi papito, te extraño mucho, porque te fuiste?", estos fueron los gritos de dolor y desesperación la pequeña Azul, hija de René Pablo Pérez Gordillo, migrante indocumentado que perdiera la vida en el hospital de Las Palmas Medical Center, de El Paso, Texas, el pasado 17 de marzo.
Aquel día, la Patrulla Fronteriza informó mediante un comunicado la muerte del hombre originario de Veracruz y que vivía en la colonia Carlos Castillo Peraza, en esta frontera, a causa de males renales, hepáticos y por influenza.
La noche del martes 26 de marzo, diez días después de la lamentable noticia, finalmente la familia de René Pablo recibió su cuerpo, en una humilde vivienda de las calles María Teresa Rojas y Salomón Acosta Bailón, para darle cristiana sepultura.
Nota relacionada:
Los llantos y gritos de dolor se escucharon en varias calles a la redonda, haciendo un nudo en la garganta de los vecinos y testigos que observaron el momento en el que el féretro con arreglos florales, entraba al inmueble donde sería velado.
Él, como muchos otros indocumentados, arriesgó su vida para tratar de darles un mejor futuro a sus hijos, sin embargo, sus sueños se vieron frustrados al apenas cruzar la línea divirosia entre Juárez y El Paso, al ser detenido y llevado a un centro de detención de la CBP.
Ahí, fue donde, según autoridades norteamericanas, René Pablo empezó a presentar complicaciones de salud, motivo por el que decidieron llevarlo a Las Palmas, donde tras varios minutos de lucha, finalmente murió.
La noticia cayó como balde de agua helada en sus seres queridos, quienes al no contar con recursos para darle cristiana sepultura, organizaron una hamburguesada el 22 de marzo para recabar fondos y así, poder traerlo de vuelta a casa.
Al notar la presencia de algunos medios de comunicación, los familiares solicitaron respeto y comprensión para la difícil situación por la que atravesaban, por lo que les pidieron retirarse y dejarlos darle el último adiós en privado.
Actualmente existen cerca de 10 mil 500 migrantes "varados" en las dos ciudades fronterizas en espera de asilo político por parte del Gobierno de los Estados Unidos, provenientes de países como Guatemala, El Salvador, Honduras, Bolivia, Cuba, Rusia y hasta connacionales.
Te recomendamos: