Custodia documentos de 350 años de antigüedad

El Archivo Histórico de la Ciudad de Chihuahua guarda documentos que datan desde 1668 hasta la propia acta de la fundación de Chihuahua, en aquel entonces San Felipe del Real, de igual manera cuenta con escritos y firmas del propio Francisco Villa, esto ha llamado desde hace muchos años la atención de propios y extraños.

El director del Archivo de Chihuahua, Rubén Beltrán Acosta, destacó por ejemplo que el documento más antiguo es de 1668, en la época colonial, fecha en la que una mujer solicitó que se le hicieran de nueva cuenta las escrituras de su propiedad ya que las había extraviado.

También está el acta de la fundación de Chihuahua de hace 310 años, uno de los documentos más valiosos y que es conservado con mucha cautela por el cronista Rubén Beltrán, quien asegura que los documentos pueden verse en original, pero de ninguna manera prestarse, sólo se permite una copia.

PUBLICIDAD

El Archivo Histórico de Chihuahua se encuentra en la Mediateca Municipal y tiene bajo su resguardo 3 millones de hojas integradas en más de 39 mil archivos, que van desde la época colonial, Revolución hasta fechas más recientes.

Incluso hay archivos como el de la construcción de la Catedral, todos los documentos tienen que estar resguardados bajo una temperatura de entre 15 y 21 grados para que no se deterioren.

Sin embargo, el contar con documentos tan valiosos y con 400 años de antigüedad tiene su riesgo y tentaciones, pues el propio director y cronista reconoce que hay quienes han tratado de comprar alguno de los archivos.

Sin embargo asegura que nunca permitiría que alguien se llevara uno de los documentos, ya que con ello estaría robando parte de la historia de los chihuahuenses, la cual destacó no tiene ningún precio.

Incluso refirió que en una ocasión un amigo cercano le hizo el ofrecimiento para comprar archivos del edificio de Rectoría, “es alguien a quien quiero mucho, pero hasta a los amigos que más se quiere se les debe decir que no”.

Por último mostró también documentos del general Francisco Villa, quien antes de morir tenía toda la intención de convertirse en un empresario.