De acuerdo a resultados de arduas investigaciones efectuadas por la Facultad de Ciencias Agrotecnológicas de la Universidad Autónoma de Chihuahua, Campus Cuauhtémoc y del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo, Unidad Cuauhtémoc, el uso de productos químicos en el sector agropecuario ha originado un daño irreversible al ecosistema de la región que incluso afecta la salud de los pobladores
En detalle, el trabajo efectuado por los investigadoras e investigadores Noemí Frías Moreno, Verónica Ordoñez Beltrán, Guadalupe Isela Olivas Orozco y Rafael Ángel Parra Quezada, destaca que el monocultivo trajo como consecuencias mayor uso de insumos (fertilizantes artificiales, pesticidas químicos) y maquinaria, lo cual volvió más eficiente el sistema y por lo tanto se logró una mayor producción en los cultivos, ofreciendo una mayor abundancia, pero menor diversidad de alimentos.
Sin embargo, este sistema de agricultura industrial no ha resuelto el problema de la seguridad alimentaria, estabilidad social o pobreza rural. Aunado a esto, los pesticidas y fertilizantes sintéticos han traído varias consecuencias negativas al ambiente, como contaminación del agua; debido al vertido de grandes cantidades de agroquímicos, materia orgánica, sedimentos y sales en los cuerpos de agua y del aire porque muchos de estos productos se volatizan.
En el caso del suelo, ha provocado contaminación y erosión del mismo, generando acidez y con ello afectando los microorganismos nativos y la biodiversidad de plantas y animales. En lo referente a la salud, los pesticidas utilizados se asocian con riesgos elevados de cáncer, alteraciones endocrinas y disfunción reproductiva.
La región de Cuauhtémoc se caracteriza por ser una zona agrícola tecnificada y altamente productiva, donde los cultivos de mayor presencia son el maíz y la manzana con 43,260 y 10,614 hectáreas sembradas, respectivamente, y con una producción de alrededor de 446,285 y 165,784 toneladas, respectivamente en el año 2021.
La producción de estos cultivos ha generado ventajas, aportando beneficios económicos importantes, ya que es Cuauhtémoc la principal zona productora de manzana en el país, aportando alrededor del 80 por ciento de la producción nacional. Por otro lado, esta región contribuye con alrededor del 30 por ciento de la producción estatal de maíz.
Sin embargo, como zona tecnificada esto podría traer algunas desventajas como la contaminación por excesos de plaguicidas y fertilizantes afectando directamente a la población, ya que en la región de Cuauhtémoc se siguen comercializando plaguicidas que han sido prohibidos en otros países por sus efectos tóxicos, ya que en México están autorizados 183 ingredientes activos de plaguicidas altamente peligrosos.
Los riesgos a la salud se intensifican con el uso de estos plaguicidas prohibidos, que son altamente persistentes en el ambiente, como es el caso de algunos productos utilizados en la producción de manzana, como el Captan, el Azinfos Metilílico, el Carbarilo y el Metidatión.
Puntualizan que, en México, la regulación de los plaguicidas esta dispersa en al menos 11 reglamentos y 8 secretarias, lo que dificulta la regulación y el control.