Con el propósito de obtener ingresos para el sustento diario, familias cuauhtemenses se han enfocado en la actividad de venta de artículos de segunda a través de tianguis que establecen en las afueras de sus domicilios, para lo cual, el titular de Gobernación Municipal, Dante dela Garza Andrade, dijo que la autoridad local aplica el criterio al no sancionar por el ejercicio de comercio ambulante, siempre y cuando sea dentro de sus propiedades y no en la vía pública.
Lo anterior ha dado origen al crecimiento del comercio informal que en un gran porcentaje se ubica en los conocidos “Cuadros “establecidos principalmente en colonias de la periferia, bazares que surgieron hace décadas por la necesidad de familias humildes de obtener recursos para su sustento, el cual obtienen con la venta de artículos de segunda mano.
Conforme avanza el tiempo, este tipo de prácticas han dado un giro importante, ya que desde sus inicios en la década de los 80, se toleraba por la autoridad la presencia de vendedores ambulantes en la vía pública, ya que se consideraba la actividad como una forma de recaudar fondos por parte de los vendedores, mientras que los compradores se beneficiaban al obtener precios bajos.
Sin embargo, a partir del siglo XXI el número de los “Cuadros” creció de manera importante, a grado tal de obligar a las autoridades al cierre de avenidas principales de colonias como Emiliano Zapata, Reforma y Tierra y Libertad, principalmente, esto ante el registro de accidentes fatales que cobraron la vida de personas.
Durante décadas, representantes del comercio organizado, exigieron a la autoridad en turno frenar la anarquía que prevalece al integrarse a los “tianguis” comerciantes de productos nuevos, e incluso de importación que utilizan estos lugares para llevar a cabo el comercio informal que es compite de forma desleal con el comercio establecido.
Pese a las exigencias, los alcaldes en turno se han mostrado omisos al aseverar que se trata de una actividad de índole social que no se puede erradicar, esto a pesar de las muestras de ilegalidad con las que actúa algunas personas que aprovechan la necesidad de otras para su beneficio.
En la actualidad, las condiciones del comercio informal han empeorado al ser cada vez más las personas que se establecen en la vía pública para expender diversos productos, algunos de ellos que requieren de una supervisión sanitaria al tratarse de alimentos, aunque la mayoría de los tianguis se establecen en las afueras de los domicilios en donde se ofrecen artículos de medio uso.
“Si han aumentado, pero estos son tianguis en su mayoría están en domicilios particulares en donde los propietarios sacan sus prendas para vender, en eso no nos estamos fijando porque es cuestión de propiedad privada, por lo que se tiene cierta tolerancia al respecto”, dijo el funcionario.
De la Garza Cuán puntualizó que se mantiene la vigilancia para evitar el comercio ambulante en la vía pública, sobre todo en el primer cuadro de la ciudad, por lo que la tolerancia con algunos vendedores, incluso foráneos, es que realicen su actividad en sectores de la periferia, además de supervisar que no surjan nuevos “Cuadros” en ningún punto de la ciudad.