En un ambiente de dolor, tristeza e impunidad, familiares y amigos del niño Ángel Jesús Cruz Reyes, le dieron el último adiós al depositar sus restos en el panteón municipal número 1 en ciudad Cuauhtémoc, luego de ser cobardemente asesinado por un grupo de sujetos armados, quienes el pasado domingo 12 de junio arribaron hasta las inmediaciones de la colonia exagrícola San Antonio en donde abrieron fuego en contra de 8 hombres que se encontraban reunidos cerca del arroyo san Antonio, agresión que dejó un total de 6 personas sin vida, entre estas al pequeño de 10 años de edad.
Consternados por el lamentable suceso, y sin encontrar una explicación lógica al lamentable hecho violento ocurrido el pasado domingo, familiares y amistades del “güerito”, como le decían de cariño, exigen justicia por lo que consideran más que un problema de la delincuencia organizada, un acto de “terrorismo”, esto al argumentar que existen testimonios del arribo de personas armadas quienes sin motivo alguno dispararon en contra del grupo de hombres que se encontraba en ese momento disfrutando de una cervezas.
Asimismo, los dolientes argumentan que, al escuchar las detonaciones, el pequeño Ángel, quien en ese momento estaba entre las piernas de su papá jugando con un celular, salió huyendo con un enorme temor por lo que en ese momento sucedía, sin embargo, a pesar de tratarse de un niño inocente de cualquier cuestión delictiva, fue blanco de disparos de armas largas que uno de los sicarios realizó con alevosía, quedando el cuerpo del infante a unos metros de su padre, quien resultó herido de gravedad.
Vecinos del lugar donde sucedió la masacre, coinciden en la descripción de “El güerito” como un niño de buenos sentimientos, con sueños para salir adelante dadas las condiciones de carencias de su familia, ya que a pesar de que sus padres estaban separados, siempre dieron ejemplos de respeto y amor a su pequeño hijo.
A pesar de la serie de especulaciones que rodeaba a la familia de Ángel Jesús Cruz Reyes, en las que se mencionaba que el menor era víctima de omisión de cuidados, quienes en verdad conocen la situación desmienten este tipo de rumores, al insistir que el niño era procurado por su padre, quien en determinado tiempo lo visitaba a la casa de su abuelita, en un domicilio contiguo a la escena del crimen.
Incluso, mencionan que “El güerito” mostraba un gran amor por sus padres con quienes aprovechaba el mayor tiempo posible para estar con ellos, ya que la necesidad del sustento diario, obligaba a su madre y padre a laborar lo que fuera necesario, principalmente en actividades de la fruticultura.
Cursando el 4 grado de primaria, Ángel Jesús vivió su infancia como cualquier otro niño en sus condiciones; querido por quienes lo conocían al considerarlo un niño respetuoso que a pesar de la carencia de recursos mostró ser feliz en su mundo de inocencia.
Entonando entre lágrimas la canción “Te vas Ángel mío”, la madre del “El güerito” dio el último adiós a su único hijo, condición que aumentó su dolor al ya no tener la oportunidad de procrear por una cuestión de salud.
La muerte de Ángel Jesús Cruz Reyes, así como la de cinco personas más, ha marcado a la sociedad de Cuauhtémoc por el resurgimiento de hechos violentos en contra de personas inocentes, ya que versiones indican que no existía un móvil por parte de los sicarios, esto al estar en el lugar del crimen jóvenes y adultos dedicados a laborar en las tareas que se requiriera, incluso entre las víctimas de encontraban jóvenes en condición de indigencia, lo que genera incertidumbre al no existir algún posible motivo para tan cruento ataque.