Una desgarradora escena se vivió la tarde de este martes en la Catedral de San Antonio de Padua ubicada en la avenida Hidalgo y 4a, cuando la Policía Municipal respondió a un llamado de emergencia sobre el abandono de una bebé recién nacida en el recinto religioso.
A las 16:57 horas, el personal de la catedral notó algo inusual, por lo que un sacerdote, al revisar las bancas cercanas al altar, encontró a una bebé aparentemente abandonada en una de las primeras filas. Según su testimonio, minutos antes había observado a una joven ingresando al templo con una bebé en brazos.
El sacerdote decidió revisar las cámaras de seguridad y ahí confirmaron lo sucedido, donde la joven, que había llegado sola, se sentó en una banca, permaneció unos momentos y, después de cubrirse la cabeza, dejó a la bebé en la banca antes de salir rápidamente de la catedral sin mirar atrás.
Minutos después, un matrimonio que había ingresado al templo notó la presencia de la bebé y de inmediato alertaron a una monja que estaba en el lugar. Al constatar que la menor estaba sola, el sacerdote decidió llamar al número de emergencias 911 para informar a las autoridades de lo sucedido.
El personal de la Policía Municipal llegó al sitio en cuestión de minutos y pudo constatar la situación.
La bebé es de tez clara, pesa aproximadamente tres kilogramos y, según los oficiales, parece tener alrededor de 24 horas de nacida. Tenía un brazalete de hospital que indicaba la fecha de nacimiento como 4 de noviembre, así como el nombre de una posible madre, lo que abre una línea de investigación importante para las autoridades.
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La pequeña estaba vestida con un mameluco color café y envuelta en una cobija rosa, acompañada de una pañalera que contenía más ropa, lo cual sugiere que, aunque abandonada, la persona responsable intentó dejarle algunos elementos básicos.
La Policía Municipal trasladó a la bebé al Centro de Justicia Cívica del Municipio donde un médico de guardia le realizó una revisión médica completa. Afortunadamente, se confirmó que la menor se encuentra en buenas condiciones de salud, sin signos de maltrato físico. Tras esta revisión, se entregó a la bebé a la Subprocuraduría Auxiliar de Protección de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes del DIF Estatal, que asumió la tutela de la menor.