Ciudad Juárez, Chihuahua.- Residentes del suroriente de la ciudad han tenido que sufrir el abandono oficial, a pesar de las promesas de que con la autorización y construcción de diversos fraccionamientos, llegarían servicios de recolección de basura, seguridad, escuelas, equipamiento urbano, así como vías de acceso y transporte público dignos, entre otros.
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Los años pasaron y poco o nada se cumplió, mientras la expansión de construcciones hacia dichos rumbos continúa.
El Fideicomiso para la Competitividad y Seguridad Ciudadana (Ficosec), tiene documentado la realidad de las carencias y riesgos que tienen quienes habitan en el sur oriente de Juárez, donde hay unas 300 mil personas.
Explica que la problemática de este esquema de desarrollo urbano radica en que no ha sido acompañada con el equipamiento y los servicios adecuados para el desarrollo de la población que allí vive, lo que ha generado una serie de carencias sociales, económicas y urbanas.
“Esta situación ha llevado a que varias viviendas sean abandonadas, lo que implica un mayor riesgo para quienes permanecen allí”, dice en uno de sus diagnósticos difundidos este año.
También enumeró las principales problemáticas del sur oriente: la inseguridad, la violencia, el deterioro y degradación de los espacios por la falta de infraestructura adecuada, dificultad en el acceso a servicios de transporte, escasa iluminación, presencia de lotes baldíos y viviendas deshabitadas, entre otros factores que favorecen la perpetración de actos violentos.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, en 2018, el 34.8% de las llamadas que recibieron por violencia familiar se dieron en el
Distrito Valle, mientras que el 19.7% en el Distrito Sur.
Precisamente, la inseguridad obligó a los vecinos de varios fraccionamientos, entre ellos Senderos de Oriente, el más alejado del centro Histórico de Juárez a salir a protestar ayer.
Resulta que los camioneros de la Ruta 1A Express son asaltados constantemente en la zona y ya no quieren darles el servicio de transporte público.
Esteban Durán Meléndez, uno de los residentes de Senderos de Oriente, refirió que desde hace nueve años se construyeron esas casas y desde entonces han batallado para que las autoridades los atiendan. Son unas 270 familias.
Cuando se comunican al número 911 de emergencias, las patrullas llegan a las dos o tres horas, cuando ya no hay nada qué hacer.
Indicó que han ocurrido atropellos y de igual amera la Dirección de Tránsito no atiende.
En el caso de los asaltos, Durán Meléndez afirmó que los delincuentes se meten a las mismas casas y se llevan televisiones y otros artículos, a pesar de que los habitantes estén adentro.
De 45 lámparas de alumbrado público que hay en Senderos de Oriente, solamente sirven cinco de ellas, explicó, de tal manera que la oscuridad es casi total.
Para agravar los peligros, hay un dique con riesgo de colapso, debido a que las paredes de cemento se caen a pedazos.
Según Ficosec, el crecimiento urbano en Ciudad Juárez, impulsado desde la década de 1960 por el desarrollo industrial, ha seguido una lógica de expansión periférica a partir de la cual se han construido en el suroriente de la ciudad,
viviendas y fraccionamientos de interés social que ha llevado a que familias, principalmente jóvenes, de bajos recursos o de origen migrante, se asienten en estos espacios, lejos de los puntos céntricos de la ciudad, con los consiguientes riesgos de abandono.