Contemplan juarenses la Luna de Sangre

Cientos de juarenses fueron testigos y disfrutaron del primer eclipse lunar del año

Eddy Domínguez

  · lunes 21 de enero de 2019

Ciudad Juárez, Chihuahua.- Cientos de juarenses fueron testigos y disfrutaron del primer eclipse lunar del año, el cual pudo ser apreciado en diferentes puntos del país y el mundo.

El inusual fenómeno inició ayer domingo en Ciudad Juárez a partir de las 21:33 horas y finalizó a las 23:43 horas, al eclipse muchos le llaman ‘Luna sangre de lobo’ por el color rojo.

¿Por qué la luna se torna roja?

Los eclipses lunares se suscitan cuando el satélite terrestre atraviesa por la sombra de la Tierra, sólo que resulta inusual porque la órbita de la Luna siempre está inclinada con respecto a la de la Tierra o el Sol.

La atmósfera terrestre desvía los rayos del Sol hacía el interior del cono de sombra, lo cual hace que la luna pueda reflejarlos y adquirir ese tono rojizo tan particular.

La contaminación también va a influir en el color de la luna, ya que se puede ver de un color rojizo muy obscuro o quizá un gris rojizo que puede ser un poco más sutil. Ya que las condiciones atmosféricas pueden tener demasiado polvo y hacer este efecto grisáceo.

Los eclipses lunares tienen una duración prolongada (de aproximadamente una hora) a comparación de los eclipses de Sol, además de que se pueden ver desde cualquier parte siempre que sea de noche.

¿Cómo ver el eclipse?

A diferencia de los eclipses solares, es completamente seguro mirar directamente 'la luna roja', no se necesita un equipo especial pues no hace daño a los ojos.

Si quieres una visualización más clara puedes usar unos binoculares o un telescopio, ya que te darán la claridad que necesitas.

Este tipo de eclipse se podrá ver hasta el año 2021, así que prepárate para disfrutar del fenómeno natural que nos regala el inicio del año.

Cabe mencionar que el año pasado los mexicanos no pudieron apreciar en su totalidad las tonalidades rojizas de la luna y el segundo eclipse más largo del siglo, pues sólo fue visible en algunas partes de Asia, Oceanía, Europa y Sudamérica.

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