Comerciantes buscan la manera de sobrevivir a la crisis económica, pues a través de un singular mensaje atraen a personas para que compren cubrebocas.
“Irá ama píchamelo, está bara”,” “Irá wey 4 x 100”, son las leyendas que se pueden apreciar en pequeñas pancartas de color fosforescente colocadas al extremo de los cubrebocas, las cuales acaparan la atención de los transeúntes que recorren el primer cuadro de la ciudad.
Desde hace tres meses ordenaron a el señor Gabriel Gómez cerrar su local de accesorios para mujer, desde allí la venta de cubrebocas se volvió esencial para seguir dando sustento a cinco familias que dependen de su trabajo para poder alimentarse.
“Para nosotros los comerciantes esto fue como cuando sacan al pez del agua, así nos sentimos nosotros con esta situación, pero como buen pez tratamos de buscar la manera para tratar de sobrevivir a esta situación”, expresó.
Ahora tuvo que cambiar las pelucas, maquillaje, accesorios para el cabello, lentes para sol y joyería por unas repisas llenas de cubrebocas y caretas de todo tipo.
Aunque ha sido difícil sobrevivir, sobre todo cuando hay recibos y renta que pagar, Gabriel ha hecho todo por no dejar a sus empleados sin trabajo, ya que ellos mismos se lo piden ante la necesidad que ven.
“Yo pienso que el buen comerciante siempre va a buscar la manera de ingeniárselas de una manera a otra, ahora lo hacemos con algo que en estos tiempos de Covid-19 es esencial”, señaló.
El comerciante lamentó el no haberse preparada para una situación cómo esta, ya que aseguró que “como buen mexicano”, no ahorró para sobrevivir.
“Nosotros somos personas que vivimos al día, ese fue nuestro pecado, no ahorrar por si llegaba una situación como la que estamos enfrentando ahora, quizá todo sería diferente”, puntualizó.
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