“La vacuna es una gota de esperanza, de vida; no tengan miedo, esto va a mejorar con la vacunación, pero no hay que descuidarnos”, destacó Efraín Cejudo Zamora, uno de los primeros en recibir la vacuna Pfizer en Chihuahua.
La aplicación del antígeno contra el coronavirus fue el eje durante 2021, luego de que el año anterior el sello fue la pandemia.
Entre la incertidumbre y teorías de la conspiración para unos, y real alternativa para otros, comenzaron las jornadas de vacunación con una logística, que fue sumamente cuestionada por los propios especialistas del sector salud ya que se privilegió comenzar por zonas rurales y ciudades medias para dejar al último los municipios de mayor población.
Enero y febrero se dedicaron para inocular a personal de Salud, aquellos que estaban en la primera línea de combate contra el Covid-19, periodo en que el estado alcanzó el registro de los 5 mil muertos por este virus, el 22 de febrero.
Consecutivamente, en marzo se vacunó a adultos mayores y a partir de ello, se implementaron jornadas para captar a los demás grupos etarios, salvo los menores de edad.
Ni bien la ciudadanía comenzaba a sentirse aliviada con la aplicación de las dosis y dejar atrás el encierro y la “nueva normalidad”, el mundo fue sacudido con una nueva variante del coronavirus, la Delta.
Lo anterior reforzó la importancia de vacunarse y empezó a ser más notoria la saturación en los puntos de inoculación, largas filas vehiculares o de peatones.
En el último día de julio se reportó que más de 3 mil personas en la entidad que se contagiaron durante el primer año de la pandemia, murieron en sus domicilios, según el cálculo entre el total de muertes que cuantificó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), que fue de 7 mil 600 defunciones. La Secretaría de Salud estatal tenía otro dato: 4 mil 296 decesos ya que su reporte se basaba sólo en ingresos hospitalarios.
Poco a poco también, la gente fue cayendo en cuenta de que la vacuna no era infalible. Que a pesar de haber completado las dos dosis, había que seguirse cuidando, pues el biológico sólo atenuaba en muchos casos los estragos del virus y en otros, como si nada hubiera pasado, y de ahí que la tasa de decesos no disminuyera de manera significativa.
Con el aura de la polémica en torno del subsecretario de Salud Federal, Hugo López-Gatell y quien siguió siendo el coordinador de la logística gubernamental ante la contingencia sanitaria, el funcionario descartó la vacunación para niños y adolescentes.
Sin embargo, los amparos promovidos por algunas familias en el país y concedidos por la Suprema Corte de Justicia de la Nación llevaron a que el gobierno federal arrancará entre octubre y noviembre, la vacunación a menores con comorbilidades.
El 29 de octubre por primera vez, el estado pasó al verde del Semáforo Covid pero duró alrededor de dos semanas, ya que en ese lapso los casos activos y decesos empezaron a repuntar en la entidad y se regresó al color amarillo.
En tanto, el gobierno de Estados Unidos decretó la reapertura de los puentes fronterizos y al cabo de varias reprogramaciones, finalmente ocurrió el 7 de noviembre pasado, lo que puso fin a un cierre que duró 20 meses a partir de la contingencia sanitaria. En ese sentido, las autoridades estadounidenses indicaron que los visitantes debían demostrar que ya tenían las dos dosis y siempre que no fueran de las vacunas Sputnik y Cansino.
De hecho, el libre paso exhibió que mientras en México los antídotos llegaban a cuentagotas, del otro lado de la frontera cualquiera podía vacunarse sin mayor trámite.
Hacia el final del mes de noviembre, en el país se avanzó a la aplicación del refuerzo para quienes ya hubieran recibido las dos dosis al menos seis meses antes, sin embargo, volvieron a registrarse más casos en el mundo por otra variante denominada Ómicron, considerablemente más contagiosa. En Chihuahua, se comenzó a aplicar el refuerzo a adultos mayores.
En diciembre, la tendencia de enfermos y fallecidos por Covid-19 fue la constante –particularmente en la capital del estado— y el Consejo de Salud Estatal en coordinación con Salud Federal evaluaron si aplicar el color del semáforo según el comportamiento municipal, o bien debía cambiarse a rojo, pero se mantuvo en amarillo.
De poco o nada sirvió que la Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud continuará advirtiendo a la ciudadanía no permitirse olvidar las medidas preventivas, el uso del cubrebocas, la sana distancia y el constante lavado de manos.
Diciembre fue el escenario de aglomeraciones en las calles para acudir a los corredores de venta del Centro Histórico, saturadas las plazas comerciales y la celebración de reuniones sin respetar los aforos permitidos. De hecho, el patrón en la contabilidad del Covid-19 arrojó que la mayoría de los brotes epidémicos suelen ocurrir en fiestas familiares y amigos.
Hacia el cierre de año, el estado contabilizó más de 90 mil casos acumulados y cerca de 9 mil defunciones, así como un fuerte olor a naranja que recuerda que las vacunas fueron quizá la mejor noticia de 2021, pero que el mal no se ha terminado.