De nueva cuenta, José Noriel P.G. conocido o apodado como “El Chueco” se convirtió en uno de los objetivos prioritarios para las autoridades estatales en Chihuahua, ahora por el homicidio de dos sacerdotes en la comunidad de Cerocahui, donde fueron además escondidos sus cuerpos según han revelado personal de la Fiscalía General del Estado.
Según los informes de inteligencia recuperados por las corporaciones de seguridad, José Noriel P. G., a quien apodan “el Chueco”, es un joven de 30 años que nació un 12 de mayo de 1992 en una comunidad de Urique, donde vivió la mayoría de su infancia, hasta que comenzó su ingreso en el crimen organizado.
En repetidas ocasiones, “El chueco” ha salido a relucir en medios nacionales e internacionales, por cometer algunos eventos de alto impacto, y recientemente por un aseguramiento de 26 millones de pesos en un arsenal, droga y vehículos que fueron asegurados a inicios del mes de mayo en ese mismo municipio.
A José Noriel se le involucra por tres principales casos que han generado gran impacto en la sociedad, como fue el homicidio de Patrick Braxton Andrews en noviembre de 2018, luego de que un mes antes fuera reportado como desaparecido cuando se encontraba “turisteando” en el municipio de Urique.
Otro de los casos en donde lo han integrado en las carpetas de investigación fue la desaparición y muerte de Cruz Soto Caraveo en 2019, cuando un grupo armado lo privó de la vida mientras viajaba a la Sierra Tarahumara en búsqueda de apoyos del gobierno federal, pero fue secuestrado y asesinado por un grupo armado.
Y el último caso también se dio en octubre de 2019, cuando Javier Muñoz Pérez, Juan Antonio Martínez Martínez Parra y Rubén Flores Cisneros viajaron de Zacatecas a Chihuahua para comercializar diversos artículos en la Sierra Tarahumara, pero en cambio desaparecieron durante su trayecto en Urique