El secretario de la Coordinación del Gabinete Estatal, Luis Serrato Castell, confirmó que desde la administración estatal que encabezaba Javier Corral, existieron presiones para descarrilar las aspiraciones de la entonces candidata y hoy gobernadora, María Eugenia Campos.
“Queda confirmado lo que muchos sospechábamos o sabíamos con certeza; no sólo me lo dijo a mi (Javier Corral), se lo dijo a empresarios, a algunos dueños de medios de comunicación, a otros actores políticos de diversos partidos, les dijo que eso iba a ocurrir; hoy fue simplemente una confirmación de lo que muchos teníamos conocimiento”, expresó.
Serrato Castell, aseguró que el entonces gobernador Javier Corral, lo invitó a cenar en noviembre del 2020, para hablar de la candidatura a la gubernatura de Chihuahua, dejándole claro que la intensión era que dicha candidatura no fuera para María Eugenia Campos.
Cabe mencionar que, en su momento, Luis Serrato, fungía como Delegado del CEN del PAN en Chihuahua; Serrato Castell, subrayó que, ante las acusaciones de Corral Jurado en contra de la hoy gobernadora, en todo momento se le pidió que presentara pruebas, las cuales nunca fueron presentadas.
El funcionario estatal, señaló que en su momento la gobernadora María Eugenia Campos, deberá analizar la situación y ver qué acciones puede emprender, y añadió que seguramente la Fiscalía General del Estado, y al propio Poder Judicial analizar la situación.
“No puede ser que un ciudadano sea víctima, sea perseguido por las pretensiones de un gobierno, y no puede ser que la justicia se utilice para afectar a rivales políticos, a personas que no piensen igual que tú; ese es el peor de los escenarios que pueden pasar en un gobierno”, destacó.
Estas declaraciones se dieron luego de que el juez Uriel Mendoza, hiciera público que recibió presiones desde el Palacio de Gobierno, para afectar a Campos Galván, durante los proceso jurídicos que fueron promovidos por la pasada administración estatal.