Un 15 por ciento del total de personas empleadas en el estado son mujeres que en el último año se vieron en la necesidad de laborar por cuenta propia debido a la falta de oportunidades de empleo y los bajos sueldos que ofrecen las empresas.
De acuerdo al Módulo del Perfil Laboral de la Secretaría de Trabajo federal, al mes de marzo más de 260 mil mujeres refirieron que laboran en pequeños negocios, tanto formales como informales, para conseguir sustento, tras haber sido despedidas, no ser seleccionadas en empresas o para “completar” un ingreso que alcance a las necesidades de las familias.
De la cifra de más de 260 mil mujeres, más del 60 por ciento son mujeres que tienen trabajo formal, pero el sueldo que perciben no es suficiente, por lo que se emplean en dos tipos de actividades.
Entre las actividades que realizan, destaca el comercio de artículos de importación, ya sea en pequeños locales dentro de sus mismas casas, o en puestos ambulantes. De igual forma, muchas han optado por la venta de alimentos para salir adelante.
Las ganancias de trabajadores por su cuenta, varían de acuerdo al servicio que prestan o tipo de comercio. Por ejemplo, quienes se desempeñan en el sector comercio refirieron un ingreso de 5 a 6 mil 500 pesos mensuales, sin embargo esta cifra no es fija, y puede descender hasta 4 mil pesos o menos, en ocho horas de trabajo.
En el caso de preparadoras de comida, dijeron obtener ingresos de hasta 8 mil pesos mensuales, lo que aseguraron no ganan en ninguna empresa pese a contar con algún título profesional. Algunas, dijeron que su último sueldo en empresas fue de 8 mil pesos, menos deducciones por los distintos conceptos, por lo que sus ingresos no eran suficientes, y buscaron otra opción para subsistir.
De las mujeres que dijeron contar con un empleo formal actualmente, más del 30 por ciento refirió que tiene más de ocho años trabajando en la misma empresa, pero en este lapso no han tenido un incremento significativo en su salario, por lo que se ven en la necesidad de realizar una labor extra, a la que dedican al menos cuatro horas diarias.
Del total de mujeres que se emplearon por cuenta propia, el 70 por ciento son mayores de 28 años, mientras que un 15 por ciento, son de 29 a 56 años, el resto se clasifica en “otras edades”, a partir de los 18 años.